Venimos de aquí: ¿Eres
soltero porque te tomas las relaciones como si fueran un juego? (https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2025/05/1112-eres-soltero-porque-te-tomas-las.html)
Lo repetiré a lo largo de todo el capítulo:
las causas a la soltería que estamos exponiendo son adyacentes o secundarias. Las
causas principales que suelen darse o ser la norma están descritas claramente
en el segundo apartado del primer capítulo (Lo que le duele a los solteros:
Haciendo malabares: http://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2015/03/12-lo-que-duele-los-solteros-haciendo.html). Lo aclaro para que no haya malos entendidos y nadie se cree
falsos sentimientos de culpa.
No quiero acabar sin tratar
los sentimientos de culpa que embargan a muchas personas –que no todas-, cuando
rechazan a alguien, sea por razones justificadas o porque no han resuelto en su
interior los temas que hemos visto a lo largo y ancho de este capítulo.
Si decides
finalmente acabar tu historia, o incluso no comenzarla, es lógico que temas
dañar al otro. Existe el miedo a quedar mal y a que el otro no piense bien de
ti. Y eso es doloroso. Aunque sabemos que no podemos caerle bien a todo el
mundo, no nos gusta saber que alguien se queda con un mal concepto de nosotros
debido a nuestra actitud. En otros casos, el miedo puede que sea producto de
pensar en la posibilidad de que estés equivocándote al rechazar a esa persona,
cuando en realidad has hecho bien en hacerlo.
Si eres el que abandona e hiciste promesas de amor
que luego no cumpliste (algo que suele pasar cuando es uno quien da el paso de
romper la relación) y, en consecuencia, heriste al otro, lo mejor que puedes
hacer es pedir perdón de forma sincera y honesta (si no lo es, se notará
inmediatamente). La reacción que muestre no podrás controlarla, y es un tema
que tendrá que lidiar consigo mismo.
¿Alegrarse de
hacer daño?
En una ocasión conocí a una persona que se jactaba
de cuántos corazones había roto. Sentí nauseas. Tal grado de soberbia me
resultó lamentable. Si eres el que abandonas, nunca hagas esto. Tampoco uses la
ironía para explicar la razón de tu rechazo ante tus amigos o conocidos, sea en
privado o en público. Hacerlo sería una señal de inmadurez que hablaría muy
poco a tu favor. Puede que llegue a los oídos de la otra persona y eso
multiplique considerablemente su dolor. Sentirá que se están burlando de sus
sentimientos, y posiblemente experimentará un enojo más que justificado contra
ti por mostrar una cara en persona y otra por la espalda. Te considerará un
verdadero hipócrita.
Una ruptura lo
más sana posible
Al igual que
elegir una pareja debe ser fruto de la madurez, de la observación analítica y
del tiempo, una ruptura o rechazo debe basarse en los mismos principios: fruto
de una decisión bien planteada y reflexionada, con argumentos de peso y
razonables, una mezcla de raciocinio, emociones y sentimientos. Jamás debe ser
por un momento de rabia incontenida. No será fácil, y menos si ha sido mucho
tiempo el que habéis estado juntos, o si incluso uno de los dos sigue
enamorado. Pero, si lo ves claro (o sigues sin resolver tus asuntos personales
como los que hemos visto), lo mejor es dar el paso, a pesar de los temores de
la reacción que se pueda producir[1], incluyendo que
sus familiares y amigos vengan a reprochártelo. Puede que ni tu círculo cercano
te comprenda.
Entiendo que te preocupe que el otro se quede
durante una larga temporada sufriendo, pero también te digo algo que seguro que
sabes: no se puede estar con alguien por lástima, ni tampoco cuando sigues
atascado en temas propios que te llevan a no aportar nada a una relación. En ambos
casos tendrá que aplicarse las palabras de Pablo: “Cada uno llevará su propia carga” (Gá. 6:5).
Aprende de las
circunstancias y de todo lo acontecido, reflexiona los motivos que te han llevado
a rechazar a una persona, crece como ser humano, pero no te regodees en
posibles sentimientos de culpa. No uses el sarcasmo contra ti mismo ni
expresiones como: “Siempre estaré solo, me lo merezco por mi forma de
comportarme. Estoy pagando el precio de mis errores pasados”. Cambia,
transformarte, pídele al Señor que escudriñe tu corazón, busca Su fortaleza, Su
sanidad, y que Él te llene de paz para la próxima vez que aparezca en tu vida
una persona que te interese o muestre interés en ti.
* En el siguiente enlace está el índice:
* La comunidad en facebook:
* Prosigue en: Si eres soltero por tu propia causa, es hora de que
cambies.
[1] En casos extremos, la persona que va a ser abandonada por graves deficiencias en la relación puede “prometer” cambiar. En ti está creerla y volver (o no) a intentarlo.
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