Venimos de aquí: ¿Sabes escuchar y
comunicarte con tu pareja? ¿Te comunicas de forma no-verbal? https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2019/06/1072-sabes-escuchar-y-comunicarte-con.html
Por inercia, cuando nos
preguntamos si una persona es cariñosa, solemos ofrecer una respuesta en
función de la cantidad de contacto físico que ofrece. Es decir, si es alguien
que regala abrazos y besos por
doquier. Pero valorar el cariño según este baremo no es del todo acertado.
¿Qué ocurre con parte de la
relación física? Que suele ser un barómetro inexacto del grado de intimidad
verdadero que puede existir en la pareja. No se puede medir una relación por la
cantidad de besos y abrazos que se dan el uno al otro. Sin embargo, muchos
cometen ese error, especialmente al principio. Se sienten muy unidos basándose en este argumento. Pero sentirse unidos no tiene que significar estarlo. Sentir amor no tiene que significar necesariamente amor.
La pasión, la atracción y el contacto físico confunden los sentidos y la
objetividad sobre en qué punto se encuentra la relación. Incluso hay casos
donde los deseos sexuales precipitan el matrimonio.
Habrá los que sí lo
entiendan, pero personalmente no estoy en ese grupo: no comprendo como dos
personas que apenas se conocen se besen en su primera cita, aunque sea un simple roce de labios. Puede
llegar a ser emocionalmente tierno y físicamente sensual, pero sin ningún
calado.
En una ocasión, un hermano
siguió los pasos adecuados para conocer a una chica en la que estaba
interesada. Se hicieron amigos y quedaron para pasar tiempo juntos e ir
conociéndose. Finalmente, la relación no surgió. Y me confesó que, aunque fue
difícil resistirse, el dolor fue mucho menor que si hubiera existido algún tipo
de intimidad física entre ambos, como es el caso de los besos.
Muestras de cariño
El cariño se muestra de mil
maneras distintas. Una de ellas, y muy importante, es apoyando al compañero en
los momentos de crisis personal. Ese es un cariño de mucha profundidad. Puedes
dar cien mil abrazos, pero si no van acompañados de un verdadero apoyo, lo
demás será insípido. Pregúntate respecto a esta faceta tan importante y
extremadamente fundamental del cariño: ¿Es tu pareja un verdadero sustento para
ti? ¿Trata de aligerar tus cargas? ¿O, por el contrario, te deja caer sin hacer
nada para remediarlo? Las crisis personales pueden surgir por muchos motivos, y
no tienen que venir motivados por la pareja. Hay otros muchos: problemas
familiares, de salud, laborales, etc. Incluso traumas del pasado que salen a
relucir después de años reprimidos. Cada cual sabe su historia personal.
Aquí hay mucho
que tratar. Casi todos los consejos bíblicos para el matrimonio sirven para el
noviazgo. Si por ejemplo la Escritura señala que el esposo ame a la esposa como
vaso frágil, lo mismo se puede aplicar a ambos estados civiles. Lo que no se
lleva a cabo antes de casarse, tampoco se hará después, por mucho que creas lo
contrario en tu imaginación. Creer que en el matrimonio las cosas cambiarán, es
un pensamiento erróneo extendido por toda la faz de la tierra, incluso entre
los cristianos. Amigos y amigas, ¡la edad y el paso del tiempo no cambian a las
personas como por arte de magia, lo único que logran es realzar las virtudes y
los defectos, a menos que se tomen cartas en el asunto con anterioridad!
Otra forma de
mostrar cariño es a través del respeto, del aprecio y de la delicadeza,
cuestiones que son imprescindibles.
Pablo señaló que
la esposa respete al marido, y una de las maneras de hacerlo es concediéndole
el valor que tiene. Como señalé unas líneas más atrás, nosotros no estamos
hablando de matrimonio, sino de noviazgo, pero lo que se siembra en éste es lo
que se recogerá en el futuro. Si siembras irrespetuosidad en el noviazgo, eso
recogerás en el matrimonio. Y, sin querer añadirle nada a la Palabra, es de
sentido común entender que el respeto debe ser mutuo. También dice Pablo que el
esposo ame a la esposa como Cristo amó a la Iglesia: el noviazgo es también un
periodo de observación para saber si tu actual novio será capaz de amarte de
esa manera en el matrimonio.
Tanto hombres
como mujeres no se sienten amados si no creen que se las respeta por encima de
todo. Por ejemplo, hacer chistes a su costa, criticarlo y hablar mal del otro
en público, rompe ese vínculo basado
en el respeto. También debería molestarte que hablaran mal de él o de ella a
sus espaldas. Si eres capaz de señalar el valor que tiene para ti delante de
otros, ni te imaginas el mérito incalculable que eso supondrá. No me refiero a
que seas hipócrita, a alabar por alabar, sino a que el amor sea sin fingimiento
(cf. Ro. 12:9).
Si estás en una
relación es porque, de una u otra manera, admiras al otro en cierto sentido,
¿verdad? De lo contrario... Solamente tienes que observar con detalle de qué
manera fue atraído el joven por la mujer adultera: con la alabanza sobre su
persona y no tanto por su cuerpo. Falsamente le decía que quería estar con él.
Y cayó (cf. Pr.
7).
También se
demuestra el respeto y la valoración de una manera muy concreta. Una cualidad
que hoy en día no es muy alabada, y menos practicada (especialmente en ambientes
seculares): la fidelidad. Es impresionante observar la extrema y justificada
necesidad que tienen hombres y mujeres de sentir que les son fieles. Aquí no me
refiero únicamente a la fidelidad física. Esta es solo una parte más. Se puede
ser infiel de muchas maneras. A las mujeres les hiere profundamente cuando ven
a su compañero mirando a otras
féminas. Hay maneras y maneras de mirar. Alguien dijo que la mirada es un puente entre dos almas.
Cuando miras a otras, y tú sabes
cómo, destruyes ese puente con tu pareja.
Cuando el ojo
del hombre analiza al milímetro el cuerpo de alguien que no es su compañera,
eso es ser infiel. Ella se siente acomplejada y despreciada con toda la razón
del mundo. Si eres tú la afectada: créeme, eso no lo arreglarás maquillándote
más o vistiéndote más elegante, porque el
problema no eres tú, sino él.
“¡No, no tiene
importancia!”, dirán algunos hombres que se recrean mirando. Pues sí, la tiene,
y mucha. Provoca el mismo efecto en ti que cuando la ves mostrarse muy
sonriente y amable con otros hombres, y más cuando sabes cómo piensan éstos.
Igual que no conviene un hombre cuyos ojos se pierden en cuerpos ajenos,
tampoco es nada apropiado que un hombre esté con una mujer que coquetea disimulada o
directamente con todo ser andante, cuyo corazón está siempre divagando en sus
sentimientos entre diversos candidatos y
que su pensamiento principal es estar pendiente de que la miren otros hombres.
Ni ellos ni
ellas serán de fiar y ninguno se sentirá tranquilo jamás. En otro apartado
dentro de este capítulo profundizaremos en esta cuestión.
Los cinco lenguajes del amor
¿De qué otras
maneras se puede mostrar el cariño? En primer lugar, tienes que saber que es
sumamente importante el hecho de tener un trato igualitario en lo que concierne
a la calidad del amor. Es decir,
ambos deben recibir la misma proporción en lo que respecta a cantidad. Es terrorífico pensar en una relación en la que
solamente uno de los miembros de la pareja ofrezca amor. Pero esta cantidad
será en formas diferentes, las cuales se adaptarán a la manera de ser de
cada uno.
Para entender
esto, no conozco libro más extraordinario que “Los cinco lenguajes del amor”,
del escritor Gary Chapman, y que te recomiendo encarecidamente. Desarrolla de
manera breve, clara y concreta cómo cada ser humano siente el amor a través de
5 formas distintas: las palabras de afirmación, los actos de servicio, el
contacto físico, los regalos y, por último y no menos importante, el tiempo de
calidad (aunque parte de estas manifestaciones de amor se
reservan para el matrimonio). Puesto que el
libro merece ser leído en su totalidad, haré un brevísimo resumen:
- Palabras de Afirmación: Son las
palabras de valor, aliento y ánimo que se ofrecen a la pareja, destacando sus
cualidades de manera honesta, y agradeciéndole por medio de cumplidos aquellas
cosas que hace bien o que lleva a cabo por ti. Hay personas que creen que con
la mirada es suficiente para expresar el amor. ¡Incorrecto!: en la mayoría de
las ocasiones es necesario decirlo con palabras.
- Actos de Servicio: Aquellos favores
prácticos que sabes que son importantes para tu pareja: recoger la mesa,
ayudarla cuando tenga que levantar peso o hacer la compra, ir a por ella al
trabajo, llevarla a distintos lugares, preparar una comida especial que le
guste, limpiar el coche, etc.
- Contacto Físico: Los besos, las
caricias y el simple hecho de tocarse son fundamentales para que las personas
que tienen este lenguaje del amor se sientan amadas. Hay
muchas personas que se sienten terriblemente incómodas si les muestran este
tipo de afecto en público o delante de la familia, así que deberán hablarlo. Como aquí estamos hablando de personas cristianas que aún
no se han casado, trataré en el siguiente apartado cómo deben protegerse el uno al otro en lo que respecta al
plano sexual.
- Regalos: Pequeños
detalles como notas de amor son fundamentales. Basta con ir descubriendo qué
elementos le produce mayor felicidad (flores, libros, etc.). Aunque, como dice
el autor, el mejor regalo es la presencia física.
- Tiempo de Calidad: Es pasar tiempo
juntos de calidad, realizar actividades que ambos disfruten y sentarse a
conversar de todo tipo de temas. Aquí también se incluye un dialecto al que
Gary llama “conversación de calidad”, donde las dos partes se escuchan
atentamente y sin distraciones: sus pensamientos y sentimientos, sus
experiencias en la vida, sea en un picnic, sentados en un sofá, en un parque, o
paseando por la playa.
La mejor manera
de saber cuál es el lenguaje de amor de tu pareja (y el tuyo propio) es preguntándole
directamente (o leyendo el libro juntos). Con el paso del tiempo, y a medida
que conozcas su sensibilidad sentimental, serás más y más consciente de
aquellos detalles que realmente le llenan el corazón. Así te podrás ocupar de
ellos. Hay detalles que pueden parecer que no tienen importancia, pero sí lo
tienen. En la teoría se llega a creer que todas las muestras de cariño son
igualmente válidas porque las intenciones son buenas, pero en la práctica no
siempre quedan del todo bien. Por ejemplo, si la invitas al cine es más
caballeroso que pagues directamente tú en lugar de darle el dinero a ella en la
mano para que saque las entradas. Sin mala intención, y aunque ella quizá no le
conceda mucha importancia, dar el dinero sin más es poco romántico. De lo
contrario, aunque no sea ese el propósito, dará la impresión de que estás
queriendo comprar su cariño.
Recuerda que las
muestras de afecto en los diferentes lenguajes del amor depende del momento de
la relación en que ambos os
encontréis. Al igual que las relaciones sexuales son para la etapa del
matrimonio, en el noviazgo también hay distintas fases. Un regalo muy ostentoso
o un intenso abrazo al comienzo de la relación, más que agradar a tu compañero,
le puede asustar o incomodar. Si eres el afectado, y tu pareja y tú vais a
distintos ritmos (uno de los dos más deprisa que el otro) háblalo con
naturalidad en lugar de guardar silencio.
Cada uno tiende
a sentir el amor por medio de alguno de estos cinco lenguajes del amor y, por
norma general (y de manera inconsciente), se suele ofrecer el que se espera
recibir. Pero las cosa no funciona así exactamente. Quizá crees que tu novio
debe sentirse loco de amor al ofrecerle un fuerte y tierno abrazo, cuando en
verdad lo que necesita es que paséis tiempo a solas hablando. Por el contrario,
hay personas que su lenguaje del amor es el contacto físico: necesitan que les
abracen y les tomen de la mano.
Hay parejas que
se escudan bajo el caparazón de su propio carácter: “Es que no es lo mío dar
abrazos”, “nunca me han expresado el cariño de esa manera”. He oído ese
argumento en personas que afirman que “son así, muy secas”. ¿Sabes qué?
Aprende. Al principio te costará, pero luego verás cómo repercute para tu
propio bien. Mientras más lleno se sienta tu pareja, más dará. Los sentimientos
de amor pueden ser auténticos pero quizá os falta poneros en sintonía en esta
faceta.
Cada uno debe poner de su parte
Es comprensible que un
hombre no se entusiasme ante la idea de que el lenguaje de ella puede ser los
“actos de servicio” (hacer la compra, llevarla en el coche a un asunto
personal, etc.). Pero, si es ese, debes aceptarlo y aprender a amarla como ella
quiere y necesita ser amada. No esforzarse en este aspecto es mostrarse
egoísta. A quien no esté dispuesto a poner de su parte, le pido por favor que
deje a esa persona para que pueda encontrar a otra que verdaderamente le
ofrezca lo que anhela.
Está claro que nadie debe
obligarse a mantenerse en una relación en la cual no se le ofrezca el cariño
que necesita. Ambos deben demostrar que el amor es real, y no limitarse a
promesas que se las lleva el viento. O te quiere o no quiere. O la quieres o no
la quieres. En el amor no hay término medio. Como dijeron respectivamente Amado Nervo y Jacinto Benavente: “Si no te quieren como tú quieres
que te quieran, ¿qué importa
que te quieran?”, porque “al verdadero
amor no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece”.
Ni mucho menos justifico la infidelidad bajo el argumento expuesto –es
más, la condeno absolutamente-, pero muchas parejas que no reciben su lenguaje
del amor corren el serio peligro de buscar fuera de la relación lo que no
encuentran en ella. Quizá no lo busquen intencionadamente, pero puede que lo
encuentren de manera involuntaria en otra persona. De ahí la enorme importancia
de tener las ideas claras.
Retomando el asunto, admiro a las mujeres
que leen libros sobre la pareja para extraer sus principios y aplicarlos, y no
comprendo a los hombres que se muestran reacios a ellos por completo. Cuando se
trata de aprender sobre algo que les interesa, se vuelcan, sea deportes o frikadas de Star Wars. Sin embargo, aprender cómo amar... Muchos creen que lo
saben todo y que su manera de querer a su novia es la correcta. ¡Qué
equivocados!
Un hombre suele pensar que invitándola a
cenar ya se ha ganado el amor de su pareja para la siguiente década. ¡Qué digo!
¡Para el siguiente siglo! Aunque muchos insistan en sus actitudes, están
errando sobremanera. Hay maneras infinitas de expresar verdadero afecto y ternura,
mucho más allá de pagar la cuenta de un restaurante. La mujer promedio no se siente más amada porque viva en la
mejor casa de la urbanización o porque le compren un coche descapotable.
Solamente necesita sentirse amada.
Lo que voy a decir llevará a pensar a más
de uno que nací en el siglo XVIII. Quizá sí o quizá no; quién sabe en qué año
nací, y de ahí esta reflexión: antes los enamorados se escribían a mano cartas
de cuatro folios, ¡¡incluso de veinte!!; cartas que tardaban en llegar dos semanas y donde todos los
días se esperaba al cartero para ver si la traía, y así poder leerla cincuenta
y cinco veces seguidas para luego memorizar las frases y expresiones que habían tocado el alma. ¿Hoy qué tenemos? El “modernísimo” wasap que usan los tortolitos para escribirse, donde se comen la
mitad de las letras como si fuera un jeroglífico escrito en egipcio y mezcla
de ucraniano que no es capaz de descrifrar ni la CIA. Eso sí, al final del
mensaje encriptado se mandan el uno al otro muchas caritas felices y
corazoncitos. ¿Y las flores? ¿Enviadas por encargo desde la floristería? ¡No,
que eso es muy caro! ¡¡¡Las flores en emoticonos!!!
¡Y ya está, ya le han expresado a sus parejas cuánto las quieren! ¡¡¡Qué sosos por favor!!! ¡Ay mi madre! ¡En mi caballo, con mi bastón y mi sombrero de
copa me vuelvo al siglo XVIII!
¡Esfuérzate un poco hombre! ¡Échale
imaginación! ¡Esfuérzate un poco mujer! ¡Échale imaginación! Una pequeña carta de amor. Un sencillo poema. Una nota escrita en pocos segundos o un pequeño detalle en
forma de regalo. Detén el tiempo
con una mirada tierna que atraviese el alma y donde no exista nada más que los
ojos de tu amada. Un abrazo de oso que dure minutos. Palabras que expresen lo que significa para ti, valorando
todas las cualidades que posee y cuánto la admiras por ello. Un paseo por un
hermoso paraje. Una sonrisa cómplice. Incluso una pequeña broma compartida
puede ser una muestra de cariño. A todo esto lo llamo “abstraerse”. Son esos
momentos donde te olvidas del resto del universo, estés donde estés, y te centras únicamente en el
otro. No importa el lugar o las circunstancias externas.
Que el cariño no se
convierta en algo rutinario ni que se lleve a cabo cada medio año por
obligación o después de reclamarlo. Que se convierta en un hábito que fluya con
naturalidad y de forma espontánea.
* En el siguiente enlace está el índice:
* La comunidad en facebook:
* Prosigue en: 10.8. Enamorado de un verdadero creyente. ¿Cómo deben protegerse los novios cristianos en lo que respecta al plano
sexual? https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2019/11/108-como-deben-protegerse-los-novios.html
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