lunes, 21 de octubre de 2019

Infamia: “Protestantes por la República Catalana” que quieren romper España


Hace mucho tiempo dije que ya nada me sorprendía dentro del mundo evangélico. Y así lo pensaba por entonces, pero me he prometido a mí mismo que nunca más volveré a decir esa frase. Si el llamado protestantismo, en su versión original, tiene la versión más pura y fidedigna de las doctrinas bíblicas y con las cuales me identifico plenamente, la llamada “iglesia evangélica” del siglo XXI no me representa en absoluto por la sencilla razón de que, en términos generales, no representa la enseñanza de Cristo[1]. ¿Quedan congregaciones sanas? Quiero creer que sí, pero lo que vemos hoy en día es que la mayoría cojean de una pata u otra: vemos una lamentable lucha de poder, el surgimiento de “super apóstoles”, una soberbia sin límites de los autoproclamados “ungidos de Jehová” que se consideran prácticamente infalibles, la expansión de multitud de herejías: teología de la prosperidad, confesión positiva, risa santa, maldiciones generacionales, paños ungidos, etc., todo aderezado con versículos bíblicos que son expuestos con sonrisas y aparente conocimiento en infinidad de predicaciones y libros, mientras que los miembros ingenuos aceptan esas enseñanzas con un profundo “amén”. A eso hay que sumarle el despilfarro de ingentes cantidades de dinero en organizar “conciertos” y actividades inútiles mientras que el pecado campa a sus anchas entre ellos: inmoralidad sexual, adulterio, divorcios sin que se cumpla el requisito bíblico, yugo desigual, fornicación, desvergüenza en el comportamiento y en la forma de vestir, negocios ilegales, fraude fiscal, celos, envidias y una lista interminable.
En los últimos años, la nueva moda está siendo aceptar la ideología de género y el matrimonio homosexual. En conjunto, este tipo de “iglesia” no representa al Altísimo sino al mismísimo diablo. Denunciar todo lo reseñado es considerado como “falta de amor”. Suena irónico cuando toda la Biblia nos exhorta a “señalar con el dedo”, a juzgar toda enseñanza (cf. Hch. 17:11), todo espíritu (cf. 1 Jn. 4:1), toda profecía (cf. 1 Co. 14:29) y a todo aquel que se hace llamar “apóstol” (cf. Ap. 2:2). De ahí que Jesús dijera:“No juzguéis según la apariencia, sino juzgad con justo juicio” (Jn. 7:24).

Lo último: Cristianos evangélicos por la República
¿Cuál es la última aberración que he oído en estos días? La existencia de un grupo en Cataluña llamados “Protestants per la República Catalana” y que se presentan de esta manera: “Es un grupo con inquietudes políticas y comprometidas creado para compartir la realidad protestante republicana, y crear un espacio libre de debate sobre el desarrollo de la república Catalana. Es un grupo cerrado para no crear debate de enfrentamiento pero donde poder añadir más gente que tenga una buena voluntad de diálogo” (traducido del catalán).
Sabía de la existencia de grupos católicos y sacerdotes a favor del movimiento (cuyas sandeces ya refuté en https://infovaticana.com/blogs/firma-invitada/usando-nombre-dios-vano-mentir-mentir-mentir-jesus-guerrero/), pero a estos los desconocía. Junto a ellos, la Iglesia Evangélica Española (IEE, una denominación metodista-presbiteriana), la misma que acepta como proveniente de Dios el movimiento LGTBI, han hecho un comunicado mostrando su más profundo desacuerdo con la sentencia al procés realizada por el Tribunal Supremo” donde los cabecillas del intento de golpe de Estado en España han sido condenados por sedición a varios años de prisión. Por su parte, “Protestants per la República Catalana” ha dicho: “Consideramos que esto es una interpretación alejada de nuestro origen como cristianos: Jesús de Nazaret se enfrentó al orden establecido y transformó la sociedad”, al mismo tiempo que han manifestado que “el dolor de los presos de esta causa y su familias es también nuestro dolor”[2].
Vergonzoso e infame. Todo eso y mucho es lo que representan dichas palabras. Cuando estalló el conflicto, le dediqué cuatro artículos (Usando el nombre de Dios en vano para mentir, mentir y mentir: https://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/09/usando-el-nombre-de-dios-en-vano-para.html), ¿Cristianos catalanes independentistas? Al pan, pan, y al vino, vino: http://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/10/cristianos-catalanes-independentistas.html, Y el diablo engañó a los independentistas: https://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/10/y-el-diablo-engano-los-independentistas.html, Cuando el independentismo usa las mismas tácticas que los fariseos: https://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/11/cuando-el-independentismo-usa-las.html), pero, visto lo visto, es necesario volver a repetir ciertas ideas que expuse en esos escritos para desenmascarar las mentiras, las cuales muchos creen en su fanatismo aunque en sus argumentos afirman basarse en la actitud de Jesús mismo y en “los sentimientos”, acusándonos al resto de no comprenderlos.

¿Jesús de Nazaret se enfrentó al orden establecido?
La pregunta que encabeza este apartado es una de las ideas para defender la creación de la República catalana que expone el grupo “protestante” que hemos citado. ¿Cuál es la realidad? Que eso es MENTIRA. Como ya dije, “los judíos esperaban un Mesías revolucionario que les liberase del yugo romano. Pero, cuando el Mesías llegó, y a pesar de la tiranía de Roma, Jesús no llamó a la rebelión contra el Imperio ni a la desobediencia civil. ¿Nos imaginamos a Jesús y a sus discípulos manifestándose en las calles y cantando proclamas en contra de los gobernantes y a favor de la independencia de Israel? ¿Nos imaginamos a Jesús puesto en pie encima de un caballo dándole patadas mientras sus seguidores empujaban a los soldados y amenazaban a los Magistrados? ¿Nos imaginamos a Jesús enseñándoles canciones a los niños contra Roma, llevándolos delante de los cuarteles de los soldados a protestar o usándolos para empapelar edificios públicos? ¿Verdad que no?”. Pues eso exactamente, con el añadido de la violencia de estos días, es lo que estamos contemplando.
El enfrentamiento de Jesús fue con los religiosos de su época, con los fariseos y con los saduceos, y la hipocresía que había en ellos, la cual destapó. Por el contrario, dijo “dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Lc. 20:25). Nada de crear grupos para independizarse. Nada de huelgas generales como señal de protesta. Nada de movimientos para crear un nuevo Estado. Nada de un referéndum donde solo una parte de la población pudiera votar. Pablo, que era igual de consciente de la realidad en la que vivía, le recalcó a Tito lo que tenía que enseñar: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra” (Tit. 3:1). Estos textos no son interpretables. Pedro tambíen dijo:“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 P. 2:9).
Ese es el llamado principal de los cristianos, no promover la ilegalidad y la ruptura con la nación en la que Dios les hizo nacer. Deberían sentirse agradecidos porque podrían haber nacido en países tercermundistas o dictatoriales. Con su actitud, le están diciendo a Dios que se ha equivocado por haberles hecho nacer en España. Lamentable.
Por eso lo vuelvo a repetir con toda la contundencia que me permite el lenguaje: aquellos cristianos que fueron a la votación el 1 de octubre de 2017, declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia Catalana, PECARON, fueron cómplices de un delito y la libertad que expusieron en su defensa para acudir a votar fue libertinaje, de la misma manera que lo siguen haciendo estos grupos “cristianos” que se levantan, aunque sea de forma pacífica, contra el Gobierno de España. Todos ellos tienen el deber de obedecer siempre el poder legislativo y las leyes civiles: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Ro. 13:1). El pasaje es claro por sí mismo: el que se resiste o se levanta contra la autoridad, sea de una forma u otra, por activa o por pasiva, está acarreando condenación para sí mismo. Tanto los que votaron aquel terrible día como los que han tomado esta senda, es necesario que se arrepientan.
¿Qué harán luego estos “cristianos” si logran sus sueños y en tan ansiada República se establecen leyes que no les gustan? ¿También se rebelarán? ¿Crearán un nuevo grupo llamado “protestantes que protestan contra la República”? Por eso, apelar a la Biblia para defender sus posturas “independentistas” es infame. Y el que lo hace y lo cree, está tan ciego que se está autoengañando.

¿Es injusta la condena de los cabecillas del procés? 
Según la IEE y los “Protestants per la República Catalana”, sí, es injusto. Pero, como escribía hace unos días un hermano pastor, eso es “una falsa piedad vestida de barretina”[3]. Según señalan los condenados y sus seguidores, han sido condenados por venganza y por expresar sus ideas, por lo que se consideran “presos políticos”. Otra falacia infinita. Han sido juzgados con la ley, por la ley y por sus actos.

- Proclamaron leyes de desconexión con las leyes de España de forma unilateral, ignorando la Constitución.
- Hicieron una declaración de independencia.

Dios perdona pero Él mismo puso jueces sobre Israel para juzgar todo asunto humano. Y perdonar implica arrepentimiento. En el caso de estos políticos, no solo no se arrepienten sino que ya están proclamando que lo van a volver a hacer. Por eso no puede haber amnistía de ningún tipo. A la espera de ver qué sucederá finalmente con el prófugo Puigdemont, los Junqueras, Forcadell, Romeva y compañía son peligrosos y deben estar entre rejas por lo que han hecho y para protegernos de ellos como sociedad.
Basados en un falso concepto de “buenismo” y “amor”, es inconcebible el comunicado de estas dos “asociaciones cristianas”, que se quieren poner por encima de la justicia y de Dios. En otros países habrían sido condenados a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte. Aquí, en España, según lo tipifica la ley (la cual es igual para todos), sus condenas sí son justas y, según la opinión de muchos, incluso suaves y cortas. Por eso sería una vergüenza que, como parece ser, salieran en breve de prisión. No le deseamos ningún mal físico ni de ningún otro tipo y sentimos el dolor de sus familias, pero tienen que pagar por sus actos. Y esto no es venganza sino justicia, como vimos en ¿Deseamos justicia o venganza?” (https://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/09/respondamos-sinceramente-deseamos.html).
Sin embargo, ante lo reseñado, lo más grave concierne al orden ético y moral, aunque muchas no estén tipificadas como delito:

- Han hecho promesas que no podían cumplir.
- Han repetido hasta la saciedad el eslogan “Espanya ens roba” (España nos roba), cuando Cataluña es la comunidad con mayor número de procesados y acusados por corrupción.
- Han fracturado la sociedad catalana.
- Han roto familias y amistades.
- Han mentido sistemática y compulsivamente sobre la verdadera historia al enseñar que Cataluña fue en el pasado un país o que en 1714 hubo una guerra de secesión contra España en la que fueron derrotados.
- Han hecho creer a los más jóvenes que España es un Estado opresor, creando una realidad paralela.
- Han hecho creer que la República será la respuesta a todos sus anhelos de libertad y prosperidad, cuando ya es la más rica de la nación.
- Han permitido el crecimiento de partidos deleznables como la CUP (formado por todo tipo de antisistemas, anarquistas y okupas que llaman a la rebelión y a la desobediencia civil) o grupos como los CDR, que señalan, repudian, insultan y agreden a todos aquellos que no piensan como ellos (incluso a los independentistas no violentos), exactamente igual que hacían los nazis. Abominable. Es tal el odio que muchos de ellos guardan en sus corazones, que si pudieran y tuvieran cobertura legal, matarían. El carácter que tienen concuerda con gran exactitud con el descrito por Pablo del hombre de “los postreros días” (2 Tim. 3:1-4).
- Han ignorado a más de la mitad de la población de dicha región que está en desacuerdo con sus posturas.
- Han llegado a decir, como el todavía presidente (Torra), que los españoles y los catalanes que no hablan catalán somos carroñeros, víboras, hienas y bestias con forma humana. Todo un xenófobo que actúa como un capo. La oración del fariseo era “Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres” (Lc. 18:11). La oración de Torra es “Dios, te doy gracias porque no soy español”.
- Han subvencionado periódicos y un canal de televisión (TV3) para exaltar todo lo catalán y menospreciar todo lo español, promulgando un nacionalismo exacerbado y creando un sentimiento enfermizo de supremacía.
- Han dejado que infiltrados espíen en los institutos para ver si los niños hablaban en catalán.
- Han adoctrinado y usado a menores de edad como punta de lanza contra el Estado español.
- Han logrado, como malos “padres”, que se pierda el respeto a la autoridad por parte de estos “malcriados”.
- Han hecho que profesores y alumnos discriminen a hijos de Policías y Guardias civiles.
- Han creado de la nada sentimientos de odio.
- Han sido desleales, gastando millones de euros que el propio Estado les daba, para promover sus intereses, mientras la ciudadanía pasaba por verdaderas necesidades.
- Han querido hacer –y siguen exigiéndolo- un referéndum donde el resto de los 47 millones de españoles no podamos votar. A eso ellos lo llaman “negociar” y por eso no hay nada que hablar con ellos. El Artículo 1.2 de la Constitución dice que “la soberanía nacional reside en el pueblo español” (Art. 1.2). Es decir, en todos. En ningún país del mundo existe nada llamado “el derecho de autodeterminación” que permita a una parte de una nación escindirse de la otra.
- Han llevado a la sociedad a una situación límite, donde todo el odio acumulado hacia lo español ha terminado en estallidos de violencia y cuyo final desconocemos, temiéndonos lo peor.
- Han creado durante las cuatro últimas décadas un monstruo que ha crecido y al que ya no pueden controlar.

En definitiva, han creado una sociedad enferma cuyo terrible precio está pagando toda la sociedad catalana, con la injustificable permisibilidad de los partidos que han gobernado la nación en su conjunto todos estos años. El daño que han provocado es incuantificable. Puede que muchos escapen de la acción de la justicia humana, sean fugados o encapuchados. Esto puede irritar e indignar. Pero que nadie se preocupe: en su debido momento, y si no se arrepienten profundamente por todo el mal causado, tendrán que pasar irremediablemente por el juicio de Dios (cf. 1 Co. 5:13). De ahí ninguno se librará. Así que calma y a descansar en el Señor.

Una exhortación final
Dijo Pablo: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Ti. 2:1). Vista las consecuencias de sus actos, con los dirigentes catalanes no se han cumplido ni se cumplen los deseos del apóstol: no vivimos quieta ni reposadamente. Muchos están con ansiedad, tristeza, lágrimas y depresión. Por el hecho de que dominan los impíos, “el pueblo gime” (Pr. 29:2).
Algunos defienden sus ideas con buenas palabras (como Guardiola o Xavi, ambos  pirómanos y calumniadores[4]) y otros con las piedras, pero lo que aquí vemos es una nueva forma de fascismo. Y esa es la verdad, le pese a quien le pese, y le duela a quien le duela.
Acabo con unas palabras a los “protestantes independentistas” y a todos aquellos “cristianos” que promueven las mismas ideas separatistas: Disolveros inmediatamente como grupo y dejad de promover un diálogo cuando el objetivo final que tenéis es la ruptura de España. Si vuestras preocupaciones, como afirmáis, son “políticas”, preocuparos de los pobres, de las viudas, de los huérfanos, de los desempleados, de los inmigrantes, de la sana educación de los jóvenes, de la seguridad ciudadana, de mejorar las condiciones de vida de la población en general, y no de dividir un país que costó mucho sacrificio unir. Ocuparos del Reino de Dios y su justicia. Predicad el Evangelio. No seáis parte de las tinieblas que invaden nuestro mundo. Reconoced vuestros errores y retractaros. Dejad de basaros en vuestras propias emociones y sentimientos. Deponed vuestra actitud. Dejad de dividir el cuerpo de Cristo. No seáis cómplices de la destrucción de una sociedad. Dejad de usar la Biblia para torcerla y ajustarla a vuestros deseos. Y nunca dejéis de glorificar a Dios por la tierra que os regaló y llenad vuestras bocas de gratitud hacía Él por el país donde os hizo nacer.
Solo tenéis un camino si queréis vivir dentro de los designios del Creador: “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey” (1 P. 2:13-17).



[3] Barretina: Gorro tradicional catalán, de lana, con forma de manga cerrada por un extremo y de color generalmente rojo y negro. https://www.wordreference.com/definicion/barretina
[4] Aquí la sensacional respuesta que les ofreció el periodista Paco González a estos dos personajes esperpénticos: https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-paco-gonzalez-xavi-hernandez-y-guardiola-sois-unos-lamejeques-201910152225_noticia.html


1 comentario:

  1. Animo Jesús,me parece que esta predicando en el desierto, lo que acaba de escribir está claro que a mas de uno no le va a sentar bien, has puesto el dedo en la llaga y eso no suele gustar, y no me estañaría que te dijeran de todo menos bonito. Así Que: ¡ole tú! por ser fiel a Dios y su Palabra. un abrazo muy grande

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