Llevaba un tiempo demorando la visualización de la
película “Jesús Revolution”, basada en una increíble historia real. Sabía que
tenía que hacerlo con toda mi atención para sacarle todo el jugo posible y
exprimirla al máximo, y no lo he hecho hasta que me he sentido con el ánimo de
dedicarle el esfuerzo que se merece.
Lo que vemos en pantalla es tan impactante que la
recomiendo fervientemente: no solo a cristianos, sino también a tres grupos de
personas distintas:
- A los que se han apartado de Dios, por unas u otras causas, para que haya un despertar en ellos.
- A los cristianos que se han enfriado, que suelen ser los que ya apenas leen y estudian la Biblia, sus oraciones son escasas, dedican todo el tiempo libre en sus aficiones y no en obrar para Dios, y se guían por su propia ética y moral, para que se quiten el sopor que embarga sus mentes y experimenten una verdadera revolución en sus vidas.
- A los que, sin ser cristianos, están buscando “algo”
en la vida y no saben qué es.
- Y, aunque parezca contradictorio, a los que no están
buscando absolutamente nada, y se dedican a vivir tranquilamente sus vidas.
Cada una de las palabras de estos tres artículos, van
para ellos, y están escritas desde las entrañas, sin callar absolutamente nada;
ni lo bueno, ni lo malo, ni lo positivo, ni lo negativo.
Habrá aspectos que les llamarán la atención, e incluso
les gustarán. Y también verán otros que no entenderán, o que directamente les
provocará rechazo. De todo esto hablaremos.
¿Qué nos
cuenta?
El contexto que se nos muestra es claro: en los años
70, en plena guerra del Vietnam, y el rechazo que provocaba entre millones de
norteamericanos tal conflicto bélico, el movimiento hippy alcanzó su apogeo en
su país de origen: Estados Unidos. Dicho movimiento estaba en contra del
concepto tradicional de la familia, la religión y el consumismo, por lo que
promovían la libre meditación, la vida sencilla en comuna, la libertad sexual y
el consumo de drogas alucinógenas para alcanzar estados alterados de
conciencia.
Ante lo que les ofrecía la sociedad, que no les
llenaba y les provocaba una profunda insatisfacción, buscaron explorar otras
maneras, radicalmente diferentes, de sentirse vivos, plenos y felices. Dentro
de esta búsqueda, que muchos llevaron a cabo, se encontraron con una que les
llevó a la plenitud: saber de Jesús, el Jesús de la Biblia. A partir de ahí,
hubo un despertar espiritual tan explosivo y cuantitativo entre los hippies de
dicha nación, que fue una auténtica revolución, con miles y miles de jóvenes
que se hicieron cristianos. A mí, como creyente, ver dichas imágenes y
bautizándose, me resultaron muy emotivas.
La película gira principalmente en torno a cuatro
personas:
- Chuck Smith, interpretado por Kelsey Grammer (más
conocido por series como Cheers y Frasier), siendo el pastor de la iglesia
“Capilla Calvario”. Como cuenta José de Segovia en el artículo que le dedicó, “Grammer se emocionó tanto al hablar
de la película en un popular programa de la televisión americana ABC/Disney
(Live Kelly & Ryan), que acabó llorando, después de decir que era el film
más hermoso que había hecho nunca. Presenta a un Smith humano y vulnerable [...]
se centra en la crisis que tuvo un pastor tan conservador como Smith, cuando
intentaba levantar una iglesia en Costa Mesa y se veía tan fracasado que creía
que lo iban a echar de la congregación, pero viene un inesperado despertar
espiritual entre los hippies, acompañado de dones y milagros
extraordinarios”.
- Lonnie Frisbee,
interpretado por Jonathan Roumey (el mismo actor que hace de Jesús en The Chosen, de la cual ya hablé
ampliamente: The Chosen. Los elegidos. http://usatumenteparapensar.blogspot.com/2023/02/the-chosen-los-elegidos.html). En el film vemos que es un evangelista cristiano
hippie, con una personalidad carismática, y que, con su manera cercana de predicar,
alejada de las manidas estructuras eclesiales y las liturgias religiosas sin
vida, atrajo a verdaderas masas de jóvenes del mismo movimiento a los pies de
Cristo.
Buena parte de la trama se basa en la
estrecha relación de amistad que surgió entre Chuck (izquierda) y Lonnie
(derecha). Compartiendo ambos la misma fe, tenían maneras muy distintas de
vivirlas... hasta que se conocieron y el
hippie contagió su vitalidad al pastor conservador.
- Cathe, interpretada por Anna Grace Barlow. Ella es
una chica joven, que forma parte activa del movimiento hippie. Sus padres están
completamente en contra de lo que hace, pero no son conscientes de que su hija
está en plena búsqueda. Cuando su hermana está a punto de morir, a causa de las
drogas, Cathe se da cuenta de que ese no es el camino... el cual encuentra al
conocer a Lonnie.
- Greg Laurie, interpretado por Joel Courtney.
Sintiéndose abandonado y solo, criado por su padrastro, ya que no llegó a
conocer a su padre, y cuidando de su madre alcohólica, asiste a una academia
militar. Un día, se topa con Cathe, de la que queda prendado. Poco a poco, se
introduce en su mundo, y en lo malo que había en él, consumiendo también drogas
alucinógenas. Tras un furtivo noviazgo con ella, se reencuentran tiempo después...
y lo anima a buscar juntos la verdad. Ambos la hallan en Jesús.
(Greg y Cathe en la película)
(los verdaderos Greg y Cathe, pasado y
presente, después de llevar más de cincuenta años casados)
Puesto que José de
Segovia se centra en Fribee y en su lado oscuro –que no se muestra en la
película-, mientras que yo lo hago en Cathe
y Greg –ya que quiero ir por otros derroteros-, recomiendo también su lectura,
cuyo enlace dejo aquí: La
“Revolución por Jesús” llega al cine (https://protestantedigital.com/martes/66150/la-revolucion-por-jesus-llega-al-cine?).
Nada ha cambiado & ¿Dios es para ti?
Sinceramente, todo sigue igual: nuestro mundo ha
ampliado la oferta ante la demanda que hay en el interior de cada ser humano,
buscando satisfacerla de mil maneras diferentes; algunas más sanas y otras
perniciosas: relaciones sentimentales, libros, películas, conciertos,
vacaciones en infinidad de lugares, todo tipo de placeres hedonistas y
sexuales, deportes a mansalva, gimnasios, videojuegos, bebidas, restaurantes,
discotecas, pub´s, grupos esotéricos, clases de todo tipo de bailes, redes
sociales, móviles y aplicaciones, etc.
Por eso, en el fondo,
todos los seres humanos somos Cathe y Greg: buscadores de “propósito a la vida”
y al “sentido de la existencia”, tratando de llenar un vacío que todos tenemos.
Y lo hacemos de todas las maneras posibles, volcando nuestro tiempo y corazón
en lo que se nos presenta ante nuestros ojos. No es casualidad que, por
ejemplo, la situación en España sobre sectas
y grupos esté desbocada, donde hay un boom de todo lo que tiene que ver con la
New Age. Como dice un experto, lo que atrae ahora son las que se mueven en
torno al crecimiento personal, al potencial humano, la autoayuda o las terapias
naturales[1].
En el futuro, surgirán experiencias novedosas, muchas de ellas basadas en las
nuevas tecnologías.
Para los hippies era
el amor libre –más bien el sexo y el libertinaje-, la vida en comuna y las
drogas recreativas. Para el resto de
la humanidad, son mil cosas distintas. Todos siguen buscando, lo sepan o no,
sean conscientes o no. Pero, la realidad, es que nada le da sentido a nuestra
existencia: esta solo viene de mano de nuestro Creador. De ahí las inalterables
palabras de Jesús: “Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn. 7:37). Tu alma siempre estará sedienta, y así estará hasta que conozcas al mismo Jesús mostrado
en la Biblia, ya que con nada puedes llenar tu ser, salvo con Aquel que te trajo a la existencia. Él te regaló la
vida y este planeta para disfrutar de todo lo bueno, pero se reservó, en
exclusiva, la capacidad de darle sentido a tu existencia.
Observando esta realidad, es evidente que
“Dios sí es para ti”. Además, te digo que, si no estás buscándole, es el
momento en que empieces a hacerlo, sin dejar pasar más el tiempo. Si eres de
los que afirmas que ya lo harás “cuando acabes los estudios”, “cuando
encuentres trabajo”, “cuando te cases”, “cuando tus hijos vayan a la universidad”,
“cuando te jubiles” o “cuando seas un viejecito”, estarás cometiendo un error
tremendo, del que te prevengo. No seas uno más que se limita a excusarse con
frases como “no tengo tiempo”.
Mientras que no lo hagas, y halles la
verdad, seguirás perdido, incluso aunque te sientas bien contigo mismo o tengas
una vida, a tus ojos, dichosa.
¿Qué
significa el bautismo tan repetido en “Jesús Revolution”?
(Playa de Pirate´s Cove, en California,
Estados Unidos. El mismo lugar donde los hippies acudían a bautizarse, y las
multitudes siguen haciéndolo en el presente)
Quiero empezar por algo que se repite en la película
desde el comienzo hasta el final: la imagen de miles de personas queriendo
bautizarse. Acostumbrados a asistir a bautismos de bebés, la inmensa mayoría de
las personas desconocen el significado que conlleva tal acción, y les resultará
extrañísimo lo que se muestra en esa playa de California.
Al llevarlo a cabo en niños sin conocimiento,
tristemente, el catolicismo romano ha desvirtuado completamente su significado
a lo largo de los siglos. El hecho de que se practicara desde los primeros
siglos del cristianismo, no es señal de su validez, sino una muestra de cuán
pronto se comenzó a errar al respecto. Por eso, si no eres cristiano, o solo lo
eres de forma folclórica, te pido por favor, que leas atentamente. Y, si
perteneces al grupo de los que se apartaron, para que vuelvas a reflexionar
sobre el acto que hiciste en su momento, donde todavía puedes volver a la
realidad:
El bautismo es consecuencia
de haber creído en el mensaje de la Cruz: que Dios se hizo hombre y murió
en la cruz por nuestros pecados. Todo el que cree en ello de puro corazón,
obtiene el perdón y la vida eterna. Es así de profundo y, a la vez, así de
simple; quizá, por ello, los religiosos no lo aceptan.
Entonces, ¿qué es el bautismo? Si no estás
familiarizado con el lenguaje bíblico, estas palabras te resultarán
incomprensibles, pero no te preocupes, a continuación las explicaré de forma
clara y sencilla: “¿O no sabéis que todos
los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente
con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado” (Ro. 6:3-6).
¿Qué quiere decir aquí Pablo, el autor de dichas
letras?:
1) La entrada en las aguas, simboliza
la muerte a nuestro antiguo yo y
a nuestra pasada
manera de vivir.
2) La inmersión completa en ellas, simboliza la sepultura al pecado y
al dominio que ejercía sobre nosotros nuestra naturaleza caída con la que todos
nacemos y nos hace inclinarnos hacia el mal, que es, ni más ni menos, lo
contrario a la voluntad de Dios.
3) La salida simboliza la resurrección a una nueva vida en Cristo.
Eso es el bautismo que se contempla en “Jesús
Revolution”: un simbolismo donde “mueres”,
“eres sepultado” y “renaces” a una nueva vida, donde, a
partir de entonces, es Dios quien marcará tus pasos, tu vida, tu ética, tu moral,
tus decisiones, tus sueños y todo lo demás. Reflexiona el tiempo necesario en esos tres puntos hasta que lo comprendas.
Como dijo hace unos meses el mismo Greg Laurie –ahora
pastor-, de nuevo en la misma playa de California, donde el 8 de julio de este
año se bautizaron más de cuatro mil personas (que podéis ver aquí: https://twitter.com/greglaurie/status/1677825596385263617?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1677825596385263617%7Ctwgr%5E09dc54168f0ec56171029e7630b0198602ea4ec8%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Flacorriente.com%2Fpastor-que-participo-del-jesus-revolution-lleva-a-mas-de-4-500-personas-al-bautismo-en-california%2F): “Al bautizarte, te despides de lo viejo, y eres
sepultado con Cristo para que puedas vivir una vida nueva”[2].
¿Verdad o
mentira en “el nuevo nacimiento”?
En teología, esto es lo que se conoce como “el nuevo
nacimiento”, y es lo que hace a
una persona verdaderamente cristiana. Es lo que yo mismo hice en el año 2001.
Ahí está la clave de todo. Todo lo demás, son fuegos de artificios.
Algunos dirán que
conocen a personas que dicen “creer”, e incluso haberse bautizado, pero que
luego no tienen nada de cristianos, ni han dejado atrás su vida pasada. Y sí,
es cierto. Es algo que he visto en demasiadas ocasiones. Pero el que,
realmente, ha creído el Evangelio, confesando que Jesús es el Señor, y creyendo en su corazón que Dios
le levantó de los muertos (cf. Ro. 10:9-10), sí habrá cambiado su vida.
Por eso fue tan
contundente Jesús con Nicodemo: “El que
no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. [...] De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:3, 5-6).
Todo esto lo vemos
reflejado una y otra vez en el Nuevo Testamento. Aquí un ejemplo muy sencillo
de visualizar: “Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo:
Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza,
el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope,
eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos
sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su
carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y
júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y
dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me
enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la
Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero
mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación no
se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada
de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que
me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le
anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y
dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo:
Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo
es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua,
Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del
Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino” (Hch. 8:26-39).
¿Quién no
quiere algo así?
Todos los protagonistas, de una manera u otra, se
encuentran perdidos en la vida. ¿Y qué encuentran?
- Un nuevo comienzo; una nueva oportunidad de hacer
las cosas de otra manera.
- El perdón de lo que se ha hecho mal hasta entonces.
- Un verdadero propósito, que transciende a su paso
por este mundo.
- Un sentido de eternidad, donde se toma conciencia de
que la vida no acaba en este mundo tras la muerte.
- Un gozo que no se puede explicar con palabras, y que
solo los que son partícipes lo entienden, puesto que no depende de las
circunstancias personales.
- Amistades que comparten sus valores y a las que
poder considerar como “su hogar”.
- Y, lo más importante de todo: saber que Dios les
ama, quería perdonar sus pecados, y que por eso murió Jesús en la cruz y
resucitó.
Ahora la pregunta va para ti: ¿es lo que quieres? En
mi opinión, rechazar tal mensaje no tiene sentido ni lógica alguna.
Continuará en Jesús Revolution (2ª parte). 22 de junio de
2003: Una pequeña historia de mi paso por una iglesia convertida en secta.
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