Venimos de aquí: Y,
aun así, hombres y mujeres se emparejan, y luego viene el desastre y la
infelicidad & ¿Dónde está el fallo? (https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2024/11/7-y-aun-asi-hombres-y-mujeres-se.html).
Recuerdo que estos artículos hay que leerlos
en su conjunto, con perspectiva global, y sin saltarse el orden en que son
publicados.
Para acabar, quiero hacerlo con cuatro apuntes:
1) Un camino juntos
Con
todo lo que hemos visto en esta serie de escritos, puede dar la impresión de
que necesitamos ser hombres o mujeres INCREÍBLES, EXTRAORDINARIOS Y
MARAVILLOSOS –así, todo junto, en mayúsculas-, para lograr la atención del otro
sexo y ser merecedor de su amor. No va mi intención por ahí: creo en el
crecimiento mutuo dentro de la pareja, donde dos personas abrazan un mismo
camino y deciden, de la mano, transitarlo juntos y seguir madurando, siendo
este un proceso que nunca acaba. Y esto lo logran dando lo mejor de sí mismos,
motivándose mutuamente, sacrificándose, esforzándose, cediendo, y tratando al
otro con el mismo amor que piden para sí mismos.
Si
todos tuvieran que estar, antes de una relación, en el máximo de su desarrollo
personal, nadie se juntaría con nadie. Llegarían a viejos, y todos dirían:
“todavía no”. El problema viene cuando sucede lo contrario: personas muy
limitadas, en muchos aspectos, que buscan una reina de diez o un príncipe azul,
cuando ellos no lo son, ni de lejos. Es como si estudias para sacar un cinco y
luego te sientes defraudado porque no sacaste un nueve.
2) ¿Citas amorosas? & Alternativas sobre dónde y cómo
buscar
Ya apunté en el
escrito que precede a este, que el tipo de hombre y de mujer que reúne las
condiciones que hemos estado desarrollando no suele estar en discotecas y
lugares semejantes. De igual manera, considero que, lo que hoy en día se conoce
como “mercado de citas”, es más un problema que una ayuda. Sí, puedes salir a
dar un paseo por una feria medieval y a cenar tranquilo con alguien para
conocerlo más. El problema es que suele suceder lo contrario: añade una presión
descomunal en ambas partes. Se suele ver como un “todo” o “nada”.
Se da una tensión y
unos nervios que dificultan mostrarse espontáneo –por lo que más de uno recurre
al alcohol para calmarse o desinhibirse-, que lleva a proyectar una imagen que
no se corresponde con la realidad. Por otro lado, abrirse, de buenas a
primeras, con alguien que apenas conoces, puede ser cortante, incluso violento.
Muchos creen que mostrarse tímido al principio es una muestra de inseguridad,
cuando es todo lo contrario: es una mezcla de sensatez e inteligencia
emocional. Ignorar esta certeza es un error en el que caen las personas
extrovertidas: piensan que todas deben ser como ellas, impidiendo al otro
demostrar su personalidad, por el simple hecho de no concederle tiempo. Aparte:
- analizas, y te
analizan, al milímetro.
- descartas, o te
descartan, por nimiedades o cualquier pequeño detalle, que podría negociarse a
posteriori.
- interrogas, y te
interrogan, como si fuera un examen.
Por eso, muchos
terminan desilusionándose y cayendo en la desgana, considerando las citas como
energías malgastadas y una pérdida de tiempo.
Además, son como
citas artificiales: buscan el romance, en lugar de a la persona, por lo que se
enamoran del amor, no del otro como ser humano.
Así que, mi
propuesta, que cada cual es libre de aceptar o no, es buscar la socialización
por “intereses en común”. Es decir, si tienes ciertas aficiones o practicas
determinadas actividades, socializa con las personas que son parte de ese
grupo. Por citar unas pocas entre las decenas existentes, y que puedes buscar
en tu ciudad o alrededores: talleres o clubs de lectura, de cine, de
submarinismo, de pádel, de senderismo, de cocina, de patinaje, de idiomas, de
informática, de pintura, de astronomía, de gastronomía, de jardinería, de
fotografía, de poesía, de teatro, de música, de canto, o en lugares como la
universidad, clases particulares, el trabajo o en una iglesia si eres
practicante.
De manera natural,
podrás ir conociendo a aquellos del sexo opuesto de manera sencilla y haciendo
amistades entre los que más te llamen la atención. Ahí sí será más plausible, y
las posibilidades se elevarán. Entonces, al conocer a alguien así, que
verdaderamente te llame la atención por cómo es, ya sí tendría total sentido
comenzar a tener citas para tratarse más profundamente.
Salir llorando en una
red social de forma dramática, aparte de repeler, quejándote de que sales de
marcha todos los fines de semana y no encuentras nada en los antros, es un
despropósito.
3) Sin
garantías
Nada de lo que hemos visto le garantiza a un hombre o
a una mujer poder encontrar la persona adecuada y que busca:
- En ellas: ser femeninas, agradables, fieles,
pudorosas, elegantes, cuidadosas con su salud y físico, internamente ricas y
con sanos intereses.
- Y en ellos: ser auténticos hombres, inteligentes,
buenos oyentes, emocionalmente implicados, proactivos y cariñosos...
... no es una fórmula matemática ni un algoritmo que
garantice el éxito en las relaciones humanas sentimentales. Aquí no existe la
infalibilidad, y menos en esta
sociedad disoluta donde impera la anarquía en cuanto a valores, que ya de por
sí están bastante distorsionados, hasta el punto en que se asevera que el bien
y el mal son subjetivos.
Además, nadie
está obligado a que le gustes, como tú no estás obligado a que nadie te guste.
Ahora bien, las posibilidades serán mayores si se aplica todo lo que
hemos visto, y si ambos sexos aceptan las diferencias en los gustos del otro.
4) Sé un
individuo pleno
Al llegar a este desenlace, muchos pueden opinar que
el fin de todo es encontrar pareja. Y espero que las líneas que he desarrollado
te ayuden a lograrlo. Pero quiero ir más allá de eso.
Muchos dicen: “¿Para qué me voy a cuidar? ¿Para qué
voy a hacer deporte? ¿Para qué me voy a instruir? ¿Para qué voy a adquirir
riqueza interna? ¿Para qué voy a leer grandes libros? ¿Para qué me voy a
convertir en un individuo que sabe escuchar y es alegre? ¿Para qué... si no ligo y nadie se interesa por mí?”. Ese
es un enfoque triste y errado.
Lo que debes desear es ser una persona plena, estés casada o soltera, con
pareja o sin ella, y eso se logra convirtiéndote en la mejor versión personal. Y
eso lo haces por ti mismo, por los que
te rodean y por la sociedad en general. Que millones no lo hagan no es una
excusa barata ni te exime de nada. Luego, lo que tenga que pasar, pasará, en un
sentido u otro. Tanto si hallas esa persona que quieres como si no, te sentirás
como una mujer o un hombre pleno.
Para profundizar en este tema: “El hombre en el castillo. Es insoportable. Mirar a
través del portal y ver las personas que podrías haber sido, y que de todas las
opciones, esta sea en la que te has convertido” (https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2019/12/13-es-insoportable-mirar-traves-del.html).
Sin más, aquí lo
dejo. El tiempo dirá si toco otros temas que afecten a los hombres y a las
mujeres –aunque el blog ya está lleno de ellos-, y escucharé propuestas si
alguien las deja en los comentarios.
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