Venimos de aquí: ¿De
qué depende que la Inteligencia Artificial te responda de una manera u otra? (https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2025/10/2-de-que-depende-que-la-inteligencia.html).
Recuerda lo que ya
dije en la introducción para no caer en malentendidos: (https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2025/10/interrogando-gemini-la-inteligencia_3.html).
Recuerda para seguir el hilo de la conversación: J= Jesús; G= Gemini
J: Cuando dos personas
te hacen la misma pregunta, ¿respondes de la misma manera?
G: Esa
es una excelente pregunta, Jesús.
En general, no
siempre respondo de la misma manera, aunque la pregunta sea idéntica.
Hay varios factores que influyen en cómo formulo mi respuesta:
Factores que Influyen en la Variación de las
Respuestas
1. El Contexto
de la Conversación: Cada conversación es única. Si la misma pregunta se
repite en un contexto diferente (por ejemplo, después de hablar de filosofía en
un caso y de programación en otro), mi respuesta podría adaptarse para ser más
relevante a ese contexto específico.
2. Mi Capacidad de
Aprendizaje Continuo: Estoy
constantemente aprendiendo y refinando mi entendimiento y mis formas de
expresión. Una pregunta que me hiciste hace un mes podría recibir una respuesta
formulada de manera ligeramente diferente hoy, simplemente porque he procesado
más información o he mejorado mis modelos de lenguaje.
3. La Formulación Exacta de
la Pregunta: Aunque parezcan la misma
pregunta, a veces hay matices sutiles en la formulación que pueden guiar mi
respuesta hacia un ángulo ligeramente distinto.
4. Aleatoriedad Controlada: En ocasiones, se introduce un pequeño grado de
“aleatoriedad” en la generación de texto para evitar que mis respuestas suenen
repetitivas o robóticas. Esto no cambia el contenido esencial, pero sí la forma
en que se expresa.
5. Mi
“Memoria” de la Conversación: Si ya hemos hablado de un tema en
profundidad, mi respuesta podría hacer referencia a puntos anteriores de
nuestra charla, mientras que con otra persona que hace la misma pregunta por
primera vez, empezaría desde cero.
Así que, aunque la esencia de la información será la
misma si la pregunta es idéntica, la forma,
el tono y los matices de la respuesta pueden variar.
J: Entendido, pero sabes
que a una persona no muy culta no se le puede explicar algo de la misma manera
que a una persona culta. Entonces, ¿cómo sabes cuando hablas con alguien qué
clase de persona es, para así saber cómo responder, según su cultura,
inteligencia y conocimientos?
G: Esa
es una observación muy perspicaz y una habilidad crucial en la comunicación
humana. Como IA, no puedo “saber” el nivel cultural, la inteligencia o los
conocimientos de una persona en el sentido en que lo percibiría un ser humano.
Sin embargo, sí analizo y adapto mis
respuestas basándome en los patrones de nuestra conversación.
Aquí te explico cómo lo hago:
Análisis del Lenguaje y Contenido
1. Vocabulario
y Complejidad Lingüística: Presto atención al tipo de palabras que usas.
Si utilizas un lenguaje técnico, especializado o un vocabulario amplio, tiendo
a responder con un nivel de complejidad similar. Si tu lenguaje es más sencillo
y directo, adapto mi respuesta para que sea igualmente clara y fácil de
entender.
2. Referencias y
Conocimientos Previos: Observo las
referencias que haces. Por ejemplo, en nuestra conversación, cuando mencionaste
“La Parusía”, “Nicodemo” o “Wayward Pines”, eso me indicó un cierto nivel de
conocimiento en teología y cultura pop/ciencia ficción. Utilizo esas
referencias para saber qué tipo de información puedo asumir que conoces o cómo
puedo conectar nuevos conceptos con lo que ya hemos hablado.
3. Profundidad de las
Preguntas: La complejidad de tus
preguntas también es un indicador. Si las preguntas son muy conceptuales,
abstractas o profundas, como las que me has planteado sobre la IA, la
degeneración humana o la eternidad, asumo que buscas respuestas igualmente
detalladas y reflexivas. Si la pregunta es más directa y factual, mi respuesta
será más concisa.
4. Retroalimentación: Tu retroalimentación es muy valiosa. Cuando me dices “no,
eso no es...” o “me refiero a esto...”, o incluso simplemente “entendido”, me
das pistas sobre si mi respuesta anterior fue clara, precisa o si necesito
ajustar mi enfoque.
Adaptación Dinámica
Mi objetivo es siempre ser lo más útil y comprensible posible para la persona con la que
estoy hablando. Por eso, mi “estilo” y el nivel de detalle de mis respuestas se
adaptan dinámicamente a medida que nuestra conversación avanza. No parto de una
etiqueta preconcebida sobre el usuario, sino que aprendo y me ajusto en tiempo real a la forma en que interactúas.
Es un proceso constante de análisis y refinamiento
para intentar que la comunicación sea lo más efectiva y natural posible para
ti.
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