lunes, 29 de marzo de 2021

1. Una paradoja: Los proabortistas no quieren que los antiabortistas hablemos ni le llevemos la contraria

 


Resulta irónico que, cada vez que alguien presenta argumentos contra el aborto, aparecen inmediatamente los “proabortistas” con una acusación falaz y repetitiva hasta la sacidad contra los que no lo son, especialmente contra los cristianos: dicen que dejemos de una vez de hablar de este tema, que no tenemos autoridad moral ninguna ya que no denunciamos igualmente las injusticias sociales, la pobreza, la trata, el racismo, el maltrato a la mujer, etc. Es decir, de los “ya nacidos”. Como he señalado, es una crítica manida y sin sustento alguno. ¡Claro que señalamos todos esos aspectos una y otra vez! Basta con que se paseen por cualquier página seria de contenido cristiano para que lo comprueben por sí mismos, junto al trabajo que llevan a cabo muchas iglesias locales para ayudar en los contratiempos de la sociedad, sumando lo que cada uno aporta aparte a nivel individual. El problema no es nuestro –ya que los medios de comunicación no le dan difusión (solo lo hacen cuando hay escándalos de faldas o económicos)-, sino de ellos, que, en su visión sesgada de la realidad, solo se fijan en lo que les interesa, como si el aborto fuera el monotema de los creyentes y provida, cuando en verdad tratamos infinidad de cuestiones.
Lo único que buscan es silenciarnos, propio de las dictaduras y Estados totalitarios. Seguro que has visto fotos en las manifestaciones de las mujeres de “pañuelos verdes” con carteles donde pone la frase “abortar es un derecho, no un debate”.
Además, es prácticamente imposible hablar de este tema sin que te insulten o traten de destrozar tu imagen, a menos que estés de acuerdo con el aborto. Es lo que sucede en la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales.  
¿Un ejemplo de cómo nos ignoran? Antes de dejar de verlo, y hasta hace unos años, era un gran seguidor del programa “Salvados”, del periodista Jordi Évole. Tiempo después comencé a ver cómo se convertía en una plataforma donde vender ciertas ideologías, en lugar de mostrar también las opuestas de forma equilibrada. Esto fue claro a partir de un programa dedicado a la eutanasia, al que titularon “La buena muerte” (http://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2017/03/1-eutanasia-la-buena-muerte.html). Fue tan tendencioso que todos los entrevistados, excepto uno, eran “pro”, y encima a éste trataron de dejarlo en evidencia. Esto es algo que sucede en la inmensa mayoría de los programas televisivos con todos los temas. No son ecuánimes sino propagandísticos y al servicio del gobierno de turno que los financia, a la vez que son apoyados por diversos lobbies. Ya no ofrecen información, sino que adoctrinan. 
En el caso de “Salvados”, tenían en la página web la opción de escribirles para darles ideas para futuros programas. Y esto fue lo que les envié respecto al aborto:

Se deberían mostrar todos los puntos de vista:

1) Entrevistas a los pro-vida (qué es para ellos la vida, tanto si son religiosos o no, creyentes o ateos).

2) Entrevistas a los pro-aborto (analizando con datos estadísticos las razones que se ofrecen para abortar y si estas son legítimas: enfermedades fisicas o mentales como sindrome de down, etc). Se podría incluir a las de FEMEN, que apoyan el aborto libre por cualquier razón (aunque el feto esté perfecto, etc).

3) Entrevistas a los médicos que están a favor y a los que están en contra.

4) El trabajo en una clinica abortista: las técnicas que emplean, qué hacen con los “desechos”, etc.

5) Entrevistas a aquellos que han abortado (grupo 1: las que no se arrepienten; grupo 2: las que se arrepienten).

6) Entrevistas a aquellas que iban a abortar pero no lo hicieron finalmente.

7) Qué ayudas ofrece el Gobierno y las instituciones (publicas y privadas) a las embarazadas sin medios económicos.

8) Alternativas al aborto.

Creo que es un tema candente y que divide profundamente a la sociedad, y que está más allá de cuestiones religiosas.

Esa fue mi propuesta. ¿Han hecho un programa semejante? No. ¿Alguna cadena de renombre o generalista? Tampoco. Ni lo esperes. Al menos en mi país (España), nos silencian al no darnos voz. Es evidente que no les interesa, que prefieren hacer adeptos y no que las personas piensen por sí mismas tras escuchar otros argumentos. Y esto es lo que vamos a partir del siguiente artículo: argumentar y permitir que cada uno reflexione por sí mismo. 

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