Este libro ha sido escrito de un pentescotal para los
pentecostales en general, siendo su autor Michael L. Brown, fundador y
presidente de AskDrBrown Ministries. Lo considero ideal tanto para leer como
para regalar, especialmente entre carismáticos. Ahora bien, lo puede leer
cualquier creyente, crea en la vigencia de los dones espirituales para el
tiempo presente o sea cesacionista. No es necesario estar de acuerdo en todo lo
que dice –ni yo mismo lo estoy, ni mucho menos-, pero podemos aprender de sus
palabras y experiencias. Basta con seguir la máxima que nos enseñó Pablo: “Examinadlo todo; retened lo bueno”
(1 Ts. 5:21).
Algunos evangélicos piensan que este tipo de libros
les robará la fe, y por eso rehúyen su lectura. Actúan de la misma manera que
el católico, que prefiere creer lo que otros le han enseñado durante toda la
vida, en lugar de comprobar por sí mismos la realidad y, así, analizar si
coincide con la enseñanza bíblica. Siempre digo que la fe no te la roba nadie; el
que se pierde, es porque se pierde a sí mismo.
El autor narra algunas profecías y milagros que él ha
contemplado en primera persona (que dependerá del lector creer o no), algunos
de los cuales me han sorprendido, como uno al que describe como “macarrones con
queso” (sabrás a qué me refiero cuando lo leas), pero también advierte: “... la Palabra de Dios nos dice que no
creamos a todo espíritu, sino que probemos los espíritus. La Biblia con
frecuencia nos advierte contra el engaño y nos dice que tengamos cuidado con
los falsos profetas y los falsos maestros. Esto significa que ser como niños en
nuestra fe no significa que seamos ingenuos. La ingenuidad no es más un fruto
del Espíritu que el escepticismo. ¿Por qué entonces tenemos tan poco
discernimiento? ¿Por qué somos tan prontos para creer cualquier cosa y todo,
siempre y cuando se utilice el lenguaje “espiritual” adecuado? ¿Por qué somos
tan ingenuos?” (Pág 20).
Expone practicas heréticas que él, como carismático,
conoce muy bien, muchas de ellas porque las ha visto, y las sigue viendo, con
sus propios ojos, las cuales se han infiltrado en iglesias de este corte, sobre
todo en temas como demonología, prosperidad, sanidad, “unción” y el estilo de
vida de los “superapóstoles”, entre otros, y por lo que reconoce sentirse
avergonzado. Recordemos que muchos creen estar adorando, cuando en realidad
están ofreciendo “fuego extraño”, como hicieron los hijos de Aaron, con el
argumento de considerarlo válido, diciendo que “es para el Señor”.
La cantidad de ejemplos que cita son asombrosos,
siendo desconocidos para mí, a pesar de que hace unos años leí una ingente
cantidad de literatura al respecto. Y nunca deja de asombrarme.
Animo fervientemente a su lectura a todos aquellos que
quieran saber de un tema que nos afecta a todos los cristianos y que irá en
aumento, todavía más si cabe, conforme se acerque el día de la Parusía.
Aquí os dejo el índice:
- Cap. 1: ¡El Espíritu se está moviendo poderosamente!
- Cap. 2: ¿Por qué somos tan ingenuos?
- Cap. 3: Profetas mercenarios.
- Cap. 4: Líderes superestrellas.
- Cap. 5: Liderazgo abusivo.
- Cap. 6: Profecía no supervisada.
- Cap. 7: Inmoralidad sexual.
- Cap. 8: El evangelio de palabras de ánimo y el
evangelio de la prosperidad.
- Cap. 9: Celebración de la desviación doctrinal.
- Cap. 10: Al tercer cielo y de vuelta en un segundo.
- Cap. 11: Querer ser sabios como el mundo.
- Cap. 12: ¿Cuál es el siguiente paso?
- Posdata: Una palabra cariñosa para los críticos de
los carismáticos.
Para los interesados en este tipo de temática, les
recomiendo dos libros excepcionales y, aparte, otros dos que yo mismo he
publicado. De todos ellos dejo sus respectivas reseñas e índices en estos
links:
- Cristianismo en crisis, de Hank Hanegraaff:
- Conceptos errados, de Virgilio Zaballos:
- Herejías por doquier, de Jesús Guerrero:
- Mentiras que creemos, de Jesús Guerrero:
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