lunes, 28 de diciembre de 2015

El misterio necesario



Uno de los últimos libros que he leído en estas semanas ha sido este que reseño y recomiendo: “El misterio necesario”. El escritor es mi amigo Salvador Menéndez, que ya cuenta con otras dos obras: La esencia del cristianismo y El eco de su nombre, ambas publicadas por la editorial española Logos.
Independientemente de su contenido –del que hablaré a continuación-, siempre me ha sorprendido gratamente la exquisita prosa con la que se expresa el joven autor, más propia de los autores clásicos que de los contemporáneos. A los que nos gusta la buena literatura y, especialmente, bien escrita, este es un punto a su favor que hay que  resaltar sobremanera. Libros hay miles. Libros de temas repetitivos todavía hay más. Pero encontrar entre todos ellos personas que no se limiten a ofrecer información sino que sepan expresarla de manera atemporal es muy difícil. Diría que son excepciones, y Salvador pertenece a este selecto grupo. Y no lo digo porque sea mi amigo, sino porque es lo que se encontrará cualquiera lector que se acerque a sus escritos.
¿De qué trata El misterio necesario? De la doctrina más grande, esencial, compleja y profunda que se le ha revelado al ser humano: “Dios es uno, pero siempre ha existido en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” (pág. 44). A partir de ahí, y siendo ésta la enseñanza que encontramos en el conjunto de toda la Escritura (tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento), detalla dos aspectos claves y aparentemente contradictorios: la unidad de Dios dentro de su pluralidad, una supuesta paradoja que al escudriñar los pasajes bíblicos queda claramente expuesta y cobra sentido. Tengamos presente que el término como tal que no se encuentra en la Biblia pero se emplea para abarcar el concepto plural de Dios.
Junto a esto, se detiene a analizar aquellos pasajes que muestran la plena divinidad del Hijo de Dios, Jesucristo, el cual “posee la gloria, la majestad, la dignidad y el poder, que son propios de Dios” (pág. 62).
A los ojos de la plena revelación divina, negar alguna de estas verdades es tan grave que acarrea la condenación eterna.
También es llamativo el apartado dedicado a la explicación de algunos textos que pueden confundir cuando se toman de forma aislada y que es un error muy habitual en el que caen los malos exégetas y aquellos que están llenos de prejuicios. El autor hace un recorrido histórico por las diversas herejías que se han dado sobre la Trinidad, donde encuentra su apogeo el arrianismo (siglo IV) por sus implicaciones en el tiempo presente, ya que de ella beben directamente los mal llamados testigos de Jehová (puesto que no son sus verdaderos representates): “Como la Trinidad parece contradecir nuestra lógica, entonces, en vez de aceptarla por fe como misterio, la negamos. Este razonamiento conlleva un serio peligro: el hombre determina quién es Dios. Si lo que dice la Biblia acerca de Dios no cuadra con nuestros presupuestos filosóficos, entonces lo rechazamos, ya sea interpretando la Biblia a nuestro antojo o ignorando las partes de ella que no nos gustan a la vez que resaltamos las que nos agradan. La desobediencia del hombre a la totalidad de la Palabra de Dios, o la parcialidad de este a la totalidad de la enseñanza bíblica, es el abono de la herejía” (pág. 44-45).
Los cristianos tienen el deber de conocer en profundidad esta doctrina básica para crecer en el conocimiento de Dios y, sin duda alguna, tener la sabiduría necesaria para poder explicarla a todo aquel que nos demande razón de la esperanza que hay en nosotros (cf. 1 Pedro 3:15). No todos saben hacerlo, de ahí la importancia del conocimiento bíblico.
En definitiva, este es un libro ameno que va directamente al grano y resulta asequible para cualquier mente, siendo sumamente enriquecedor para todo el que se quiera zambullir en él. Si es tu caso, en el momento en el que asimiles el conjunto de ideas que se transmiten en el manuscrito, una vez más se harán realidad en tu vida las palabras de Jesús: conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Dejemos que Dios nos diga quién es Él y no tratemos de encasillarlo en nuestras propias ideas que no alcanzan a vislumbrar tal grandeza.
Todo esto y más es lo que encontrarás en El misterio necesario.

Para terminar, dejo el índice para que os hagáis una idea más detallada del contenido, y algunas de las maneras en que podéis adquirirlo tanto en papel como en ebook para el que prefiera este medio.

Prefacio

1. Introducción a la doctrina de la Trinidad
La dificultad de la Trinidad
La importancia de la Trinidad
Definición de la doctrina
Aclaración sobre el texto de 1 Juan 5:7

2. Resumen histórico del desarrollo de la doctrina de la Trinidad
Nota adicional sobre la verdad doctrinal

3. Pruebas de la unidad de Dios en la Biblia
La unidad de Dios en el Antiguo Testamento
La unidad de Dios en el Nuevo Testamento

4. Pruebas de la pluralidad de Dios en la Biblia
La pluralidad de Dios en el Antiguo Testamento
La pluralidad de Dios en el Nuevo Testamento

5. Aplicaciones prácticas de la doctrina de la Trinidad

Bibliografía.

*Entre otras librerías, está disponible en:

-Amazon: 
-Todostuslibros.com:
-El Mundo:

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