Venimos de aquí: Diferencias entre amistad y amor: http://usatumenteparapensar.blogspot.com.es/2015/06/las-amistades-con-el-sexo-opuesto.html
Ya vimos que la amistad es una de maneras más excelsas
de expresar los sentimientos y que también se puede dar entre personas de sexo
opuesto sin necesidad de un romance, pero que en determinadas circunstancias
puede llegar a confundirse con mucha facilidad con el amor sentimental.
Fuente de
conflicto
¿Qué ocurre si surge el enamoramiento, pero únicamente
por uno de los miembros que comparten esa amistad íntima? Sin esperarlo, “saltó
la liebre” y ya no se ve al otro únicamente como un amigo. En este caso, el
individuo que comienza a sentir estas emociones trata de tantear el terreno
disimuladamente o con indirectas. Si observa que no hay opciones, posiblemente
optará por callar para no perder la amistad. O, viendo que no es capaz de
soportar ni un día más ese silencio, se declarará. En tal caso pueden darse dos
consecuencias:
- Él o ella también sienta lo mismo. Hay una liberación de los sentimientos mutuos y
comienza el noviazgo, el cual puede ser realmente sensacional y terminar en un
buen matrimonio. También puede ser que, tras un tiempo de relación, no
funcionan como esperaban puesto que no es lo mismo ser amigos íntimos que
pareja. Que compartan mucho en común no significa automáticamente que resulten
ser el uno para el otro. O, por último: que ambos lleguen a la conclusión de
que realmente son muy diferentes: intereses opuestos, proyectos de vida que no
comparten, etc., y dejen la relación con sosiego.
- Él o ella no
sienta lo mismo. Que dos personas mantengan una amistad intima no tiene que
significar que exista el romance por ambas partes. En esta situación, la
amistad corre el serio peligro de romperse, aunque hay casos en los que ha
sucedido esto y al poco tiempo la amistad ha continuado adelante con algunos
pequeños cambios, aunque es cierto que no suele ser la norma y es difícil. Y no
ocultemos una verdad: en ocasiones la amistad es una excusa para estar cerca de
la persona a quien en verdad amas. Esta actitud es muy dañina. El individuo
sufrirá de por vida al no poder tener lo que desea, a pesar de tenerlo
aparentemente tan cerca. Nuevamente una carta sacada de la red para expresar
esta idea: “Hoy como siempre estoy
pensando en ti y queriéndote a cada instante mucho más. Cuando te conocí, nunca
pensé que me enamoraría de ti. En ese momento solo conocí a un muchacho que me
deslumbró con sus ojos y su sonrisa de niño. Pero pasó el tiempo y tus ojos y
tu sonrisa no eran lo que me atraían de ti. Era algo más que el deseo de estar
a tu lado, era AMOR lo que sentía por ti. Fue mucho lo que esperé para confesar
este gran sentimiento. Sé que eres un amor imposible, pero yo nunca pierdo mis
esperanzas de tenerte algún día y te seguiré queriendo con la misma o más
fuerza e intensidad de ahora. Quiero que sepas que estaré aquí hasta el día que
me quieras, y si no me llegaras a querer, pues entonces intentaré olvidarte
aunque sé que jamás podré. Qué difícil es negar que te amo, tenerte cerca y no
abrazarte. Mirar tus ojos que iluminan mi vida, verte y no decir lo que siento
por ti. Tú eres la ilusión de mi vida, mi alma, mi corazón y mis sueños. A cada
momento me encuentro pensando en ti y me imagino a tu lado ya que eres la
persona a quien más amo. Tú has sido para mí las ganas de vivir, quien me llena
de ilusión. Esto no sólo te lo escribo en esta carta, sino que sale de lo
profundo de mi corazón. De un modo u otro tenías que saberlo. Discúlpame, ojalá
que en tu corazón se encuentre un hueco para este ser que te amará siempre. TE
AMO”. En definitiva: sentimientos frustrados y de dolor. Como alguien
escribió: “En el corazón llevo un gran dolor, cual
nadie nunca podrá ser testigo: querer decir amor
y tener que decir amigo”. Y como dice
este refrán: “Darle amistad a quien te pide amor es como darle pan a quien
tiene sed”.
Houston,
tenemos un problema
Una de las situaciones complejas que pueden darse es
cuando uno de los dos tiene pareja y el que no la tiene se enamora. Y no me
refiero a un simple capricho o a un enamoramiento fugaz, sino a puro amor. El
hecho de que una persona tenga un compañero sentimental no elimina esa
posibilidad. Para no llegar a este extremo y, sobre todo, respetar al máximo
esa relación, el soltero debe estar atento a las “señales” de aviso ANTES de que la amistad pase a un nivel
superior. Podríamos hacer una lista casi interminable, pero con estos puntos
será más que suficiente. Si es tu caso, cuando observes alguna de estos
indicativos, deberás detenerte y dar un paso atrás. De lo contrario, tendrás un
paño hirviendo entre manos:
- Que él o ella te compare con su novi@ y seas tú el
que salga “ganador” o favorecido de esa comparación, al destacar tus virtudes
en contraposición a su pareja. O que seas tú el que haga las comparaciones.
- Cuando los piropos sean mutuos y continuos por todas
aquellas cualidades que os agradan de manera especial.
- Expresiones repetitivas como: “te necesito”, “me
acuerdo mucho de ti durante el día”, “pienso en ti muy a menudo”, “siempre
estás en mi mente”, “me gusta cuando hablamos a solas”, etc., representan una
sirena de alarma.
- La revelación de secretos
íntimos que nadie más conoce, ni siquiera su pareja.
- Cierto coqueteo, como miradas o bromas
que impliquen algún tipo de contacto físico.
Quizá pienses que tener una relación íntima con otro
ser humano se refiere exclusivamente a tener relaciones sexuales. Pero esto no
es para nada exacto. La verdadera intimidad va mucho más lejos: es la unión de
dos mentes y dos corazones, y esta se puede producir sin que antes haya
existido ningún tipo de contacto físico. Puedes estar desnudo delante del otro y, sin embargo, tener perfectamente toda
la ropa colocada en su sitio. Se puede llegar a ser amante de otra persona sin
necesidad de sexo. Algo así como amantes
sentimentales.
Para que nada de esto ocurra, deberéis actuar en todo
momento de vuestra amistad como si el otro miembro de la pareja estuviera
físicamente presente. Reflexiona
y sitúate en el punto de vista del/la novi@. Así podrás respetar su relación.
Entra en su mente. Ponte en su lugar y cambia la situación como si fueras tú
quien tuviera pareja y ella tratara e intimara en demasía con un amig@ del sexo
opuesto. Lo verías como una amenaza, ¿verdad? Si detestarías que otro tratara
de robarte a tu novi@, no trates de
hacerlo tú. Y si ya lo intentaste, pídele perdón a Dios y pasa página.
Las ideas
claras
Si tienes una amistad del sexo contrario, aunque no
estés enamorado ni se dé el caso, debes de saber lo siguiente: su mejor amigo,
su máximo confidente y su máximo apoyo debe ser su pareja, no tú. No debes
desempeñar un papel que no te corresponde: “Si hay amor, el varón buscará la
compañía de su mujer con más interés que la de cualquier amigo”[1]. Hay que saber de qué se puede
o no hablar con un amigo y hasta dónde se puede revelar la intimidad personal.
La prioridad número uno debe ser siempre su relación, tanto en interés, tiempo,
atención y muestras de cariño. ¿Normas? Cada amistad en particular deberá
establecer las suyas.
Es muy sencillo irse de compras, a cenar, al cine o de
viaje a solas con alguien del mismo sexo, pero puede crear multitud de
confusiones cuando eso mismo se lleva a cabo con el género opuesto si tiene
pareja. Tienes que hacer tu propia vida, porque eres soltero, y él o ella vivir
la suya con su compañero sentimental.
Para saber en general cómo debe tratar un
hombre a una mujer (tanto si uno de los dos está casado como si no), podemos
usar las palabras de Pablo a Timoteo, donde le manda tratar como hermanas con
toda pureza a las jovencitas (cf. 1 Ti. 5:2), y aplicarlas también a relaciones
de amistad entre adultos.
Demasiado
tarde. ¿Y ahora qué?
¿Y si ya ha surgido el amor en ti sin
buscarlo respecto a esa persona con pareja? ¿Qué puedes hacer? El mejor ejemplo que se me ocurre para exponer esta
cuestión la podemos encontrar en la película La boda de mi mejor amigo, protagonizada por Julia Roberts, Cameron
Díaz, Dermot Mulroney y Rupert Everett.
Los personajes interpretados por Julianne Potter
(Roberts) y Michael O'Neal (Mulroney) son amigos íntimos desde hace más años de
lo que recuerdan. Tras un tiempo sin verse, él la llama para comunicarle que se
ha comprometido y que se casará en apenas cinco días con Kimberly Wallace
(Díaz). A partir de entonces, comienza una carrera frenética por parte de
Julianne para arruinar la boda de forma rastrera. Los planes que lleva a cabo
resultan ser incluso crueles y malvados, como ella misma reconoce. Por
momentos, creemos que finalmente sus ideas tendrán éxito (como suele ocurrir en
otras muchas historias de ficción), pero su conciencia puede más. Tras declarar
su amor, ella termina confesándolo todo y se retira de la puja, tras comprobar
que él ama a Kimberly, por lo que la boda se lleva a buen puerto en medio de
sus lágrimas.
Si la persona a la que amas está con otra, debes
alejarte sin demora mucho antes del matrimonio, puesto que un anillo no marcará
la diferencia en tu corazón. Si tenéis esa clase de relación ahora, la tendréis
después y será todavía más difícil de manejar. Esa situación no se puede
mantener indefinidamente bajo la máscara de la amistad. Puedes tratar de pensar
que no es amor, que únicamente es una amistad profunda llena de cariño, pero tú
sabes la verdad. En la película se da a entender que la amistad proseguirá tras
la luna de miel, pero en la vida real esto no es posible hasta que los
sentimientos no cambian.
Sé un caballero (si eres hombre) y una señorita (si
eres mujer), como hijo de Dios que eres, y retírate sin ejercer ningún tipo de
presión. Deja que siga el curso natural de su relación. Recuerda que, en una
pareja, “dos son compañía pero tres son multitud”.
Mientras más te resistas, mayor será tu dolor. Puesto
que amas a esa persona no querrás alejarte de ella. Seguro que disfrutas de su
compañía, el trato mutuo, el conversar y las risas compartidas, pero seguir por
el mismo camino se convertirá en una continua tortura para ti. Te robará la
paz. Y esa no es la voluntad de Dios para tu vida. Es mejor llorar ahora que
hacerlo por años.
¿Por qué alejarte? Para no acabar de esta manera: “Hoy logré darme cuenta lo que es querer, lo
que es amar. Hoy logré darme cuenta de todo aquello que encerrado en un todo
significas tú. Te quiero tanto y no te tengo, te tengo tan cerca y no puedo
tocarte, te tengo frente a mí y no puedo mirarte. Se me parte el alma, se me
destroza el corazón en mil pedacitos, que no sé si algún día lograré unirlos o
quedarán desparramados en este hermoso lugar donde hoy también te vine a
perder. Sufro como quizá nunca había sufrido. Quiero perderme lejos donde nadie
me pueda hallar a un lugar que sea distinto, donde no exista tanta soledad,
donde no exista el sufrir. Estoy en esta habitación, sola, muriéndome poco a
poco, sintiéndome terminar. Tengo miedo, quiero huir, pero no tengo dónde.
Estoy perdida en un laberinto al cual no le encuentro salida. En estos momentos
él duerme frente a mi habitación junto a su amada y yo aquí sola, enamorada y
ya nada puedo hacer. Qué loco que es el amor porque querer a la persona que
tiene dueño, esto duele mucho, no entiendo nada, sólo sufro en silencio. Tengo
todo el mar del mundo en mis ojos y cuando estos exploten no sé que haré. No
quiero que nadie sé de cuenta, pero esto se torna imposible. Él solo me enseñó
a querer, en ningún momento a olvidar. Él se queda con su amada y yo quedo en
soledad. En esta fría habitación me despido de este gran amor que lo pudo ser
todo y no fue nada. Me imagino que todo tendrá que pasar, pero también ahora
creo que se puede morir de amor”[2].
Se
enamoraron de ti
Puede que se dé otro caso: la persona que tiene pareja
te dice que va a romper porque se ha desenamorado y quiere estar contigo. Es
evidente que es libre para acabar su relación cuando lo desee, puesto que el
noviazgo es el tiempo para ver si el otro es con quien se quiere compartir el
resto de la vida. Si se llega a la conclusión de que no es así, la relación
tarde o temprano acabará. Ahora bien: ten mucha cautela si se diera esta
situación y sigue estas pautas:
- Deja que transcurra un tiempo considerable y que la
persona haga el duelo personal por la pérdida de su relación. Que no sea saltar
de una pareja a otra como el juego de la oca.
- En ese tiempo de duelo, averiguará si realmente se
ha desenamorado completamente o aún tiene el deseo de arreglar los problemas
que ocasionaron la ruptura. En ese aspecto, gúardate en grado sumo, ya que
muchas parejas vuelven tras una época, puesto que desde la distancia valoran de
otra forma las cualidades del otro o simplemente se arrepienten de haberlo
dejado. Mientras más tiempo haya durado la otra relación, con más cuidado
deberás andarte ya que el vínculo entre ellos habrá sido mayor.
- Fundamental: acércate a Dios para ver si es Su
voluntad.
¡Alerta
Roja!
En el supuesto de que uno de los dos esté casado,
debes extremar las precauciones. El libro de Eclesiástico, aunque no es
canónico, posee un sabio consejo: “Aparta
tu ojo de mujer hermosa, no te quedes mirando la belleza ajena. Por la belleza
de la mujer se perdieron muchos, junto a ella el amor se inflama como fuego.
Junto a mujer casada no te sientes jamás, a la mesa con ella no te huelgues con
vino, para que tu corazón no se desvíe hacia ella y en tu ímpetu te deslices a
la ruina” (Eclesiástico 9:8-9). ¿Significa que no puedes tener ningún tipo
de amistad con un hombre o una mujer casada? Como ya hemos visto, no es a eso a
lo que estoy haciendo alusión, sino a que debes tener muy claras ciertas pautas
de comportamiento.
Aunque en primera instancia no fuera con intención y
todo comenzará de manera inocente, pocas cosas hay más terribles ante los ojos
de Dios que una persona se entrometa en un matrimonio con el propósito de
romperlo para atraer hacía sí a uno de los miembros. Tal actitud es inmoral y
aborrecible. Puede que se haya enamorado sinceramente sin buscarlo, pero lo que
haga con esos sentimientos mostrará claramente quién es realmente el Señor de
su vida: Dios o él mismo. Romper o ayudar a romper un pacto sagrado trae frutos: a nivel interno, ya que no hay
conciencia que pueda vivir en paz sabiendo lo que ha hecho. A nivel externo, ya
que lo que mal empieza mal acaba, y posiblemente esa relación terminará en
ruina. O puede que pague los platos rotos en la otra vida: aunque sea capaz de
autoconvencerse de que no ha hecho nada malo (más bien, engañándose a sí mismo en nombre del amor), y la “nueva pareja” sea aparentemente feliz durante su
paso por este mundo, pagará las consecuencias ante el juicio de Dios, a menos
que se arrepienta previamente y abandone esa relación adúltera[3].
La Palabra de Dios nos advierte sobre los peligros y
las consecuencias de determinadas acciones:
- “¿Y por qué,
hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?”
(Pr. 5:20).
- “¿Tomará el
hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre
brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su
prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare” (Pr. 6:27-29).
Si se diera el caso de que fuera el hombre o la mujer
casada quien se sintiera atraid@ hacia ti, incluso enamorad@, deberás poner
tierra de por medio, sientas lo que tú sientas. Aléjate todo lo que puedas
aunque te siga buscando de una manera u otra. Por mucha intimidad que haya existido, y aunque el deseo
de conservar ese contacto íntimo continúe durante un largo periodo de tiempo,
mientras más te alejes de esa intimidad antes morirá el deseo. Y tampoco te inmiscuyas aunque su relación vaya mal.
Lo que haga o deje de hacer respecto a su matrimonio no te incumbe.
La persona casada deberá arreglar por sí mismo ciertos
asuntos en su interior, puesto que ha sido transigente en su mente y en su
corazón (ya que que la fidelidad empieza y acaba ahí), jugando a un juego
sumamente peligroso y consintiendo aquello que no debería haber permitido, lo
hiciera con o sin intenciones y tuviera mayor o menor conciencia de lo que estaba
haciendo. Seguramente tenga que pedir ayuda y consejo de personas sabias, y no
de aquellas que le animen a huir del
matrimonio. Tendrá que fortalecer su relación conyugal y solucionar los
problemas que hayan podido darse, en lugar de buscar fuera lo que no ha
encontrado dentro de él hasta el día de hoy. Lo principal es que recuerde que
hizo un pacto ante Dios y su espos@ el día de su boda. Así podrá reestablecer
el orden respecto al Señor y su pareja, pidiendo perdón en el caso de que sea
necesario, y volviendo al sendero correcto e íntegro.
Deberá aprender a marcar límites para que algo así no
vuelva a suceder. De lo contrario, la atracción emocional hacia otras personas
del sexo opuesto podrá surgir en cualquier momento. En
cuestión de semanas pasará de la atención mutua a la atracción. A continuación
llegará el cariño especial. Y terminará con un apego sentimental tan fuerte que
todo terminará estallando en el interior. No hay ser humano que resista tales
pasos una vez que comienza el juego y no se han marcado las reglas previamente.
Creo que sobra decirlo, pero por si alguien duda lo
especifico: estos son consejos para cristianos que lo son de verdad, que han
podido errar y que desean rectificar, no para aquellos que no lo son o no
tienen ninguna intención de sujetarse a los principios bíblicos.
¿En qué
quedamos? ¿Es posible o no la amistad entre personas de sexo opuesto?
Una vez que hemos analizados todas las complicaciones
que pueden darse, opino que sí puede darse una sana amistad, incluso aunque uno
o lo dos tenga pareja. En la película Cuando
Harry encontró a Sally, protagonizada por Billy Crystal y Meg Ryan, se
presenta una teoría que trata de explicar la imposibilidad de la amistad entre
un hombre y una mujer. Harry dice: “El
hombre y la mujer no pueden ser amigos, a menos que estén comprometidos con
otras personas. Entonces sí. Es una enmienda a la anterior regla. Si cada uno
está comprometido, la posibilidad de una relación entre ellos se desvanece.
Pero esto tampoco da resultado ya que la persona con la que mantienes la
relación no entiende por qué necesitas ser amigo de otro del sexo contrario ya
que eso significaría que la relación adolece de algo y lo buscas fuera de dicha
relación. Y, cuando dices que no, que no es cierto, que nuestra relación no
adolece de nada, la persona con la que mantienes la relación te acusa de
sentirte atraído en secreto por otra que sólo es amigo, cosa que quizá sea
cierta. Pero en fin, a quién queremos engañar. Admitámoslo. Lo que nos lleva a
la primera regla antes de la enmienda que dice que el hombre y la mujer no
pueden ser amigos”.
Es una teoría, pero no una regla. Aunque, como hemos
explicado líneas atrás, contiene algunos matices que pueden ser ciertos, no
admito la literalidad de estas palabras. No es que la relación de pareja
adolezca de algo como decía Harry en su hipótesis. Pienso que es un punto de
vista excesivamente cerrado y que no valora otras alternativas. Una buena y
sana amistad siempre enriquece, puesto que puedes desarrollar otras facetas de
tu ser, sin que eso suponga un romance ni nada que se le asemeje.
Las relaciones románticas y las de amistad son
DIFERENTES y satisfacen necesidades DISTINTAS. Por lo tanto, creo que es
perfectamente posible la amistad cuando se tienen las ideas claras y se
establecen límites de forma natural; es otra forma de amor fraternal.
Espero haber aclarado todas las dudas sobre este conflictivo y complejo
tema.
* En el siguiente enlace está el índice:
* La comunidad en facebook:
* Prosigue en:
6. ¿Tienes un problema de soledad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario