lunes, 18 de noviembre de 2024

7. Y, aun así, hombres y mujeres se emparejan, y luego viene el desastre y la infelicidad & ¿Dónde está el fallo?

 

Venimos de aquí: “¿Qué buscan las mujeres en un hombre como pareja?” (2ª parte). https://usatumenteparapensar.blogspot.com/2024/10/6-que-buscan-las-mujeres-en-un-hombre.html

Recuerdo que estos artículos hay que leerlos en su conjunto, con perspectiva global, y sin saltarse el orden en que son publicados.

Hay infinidad de hombres y mujeres que no están listos para una relación seria y formal, puesto que no cumplen casi ninguno de los requisitos que hemos estado analizando en ambos sexos, y que buscan el uno en el otro. Lo llamativo es que:

- habiendo un sector de ellos que son poco inteligentes, pasivos, inseguros, inestables, físicamente descuidados, sin capacidad para amar ni saber escuchar e implicarse emocionalmente (uno de estos aspectos o varios).
- y otro grupo de ellas que se muestran iracundas, poco o nada femeninas, completamente dependientes, infieles, promiscuas, exhibicionistas, descuidadas u obsesionadas con su físico, vacías, superficiales, sin intereses de crecer internamente (uno de estos aspectos o varios)

... y sin hacer ninguno de ellos nada para cambiar o mejorar –parapetándose en la tesis de que “son así”-, muchos de ellos están emparejados, incluso casados.
En principio, nos deberían sorprender estas uniones, pero ya estamos habituados, porque es la realidad que observamos una y otra vez.

 A pesar de & las razones por las cuales son pareja
¿Por qué, a pesar de todo, están juntos? Las causas están muy claras, aunque muchos no las reconozcan abiertamente, por miedo a hacerlo, o por las consecuencias que conllevaría. He aquí las variadas explicaciones:

- ambos están en el mismo nivel, siendo más o menos iguales, teniendo los mismos gustos y/o estilo de vida, por lo que no tienen derecho a quejarse ni a aspirar a más.

- están juntos porque se dejaron embriagar durante la juventud, casi siempre a causa de la belleza y la jovialidad, y donde el enamoramiento y la idealización les cegó.

- están juntos por una especie de “intercambio de bienes”: ellas ofrecen belleza y ellos “sustento”, que las mantengan y les den para sus gastos y caprichos. Lo primero es, temporal y, cronológicamente, efímero. Lo segundo se puede ir en cualquier momento. Y aunque no sea así, estar con alguien por dichos motivos es pura banalidad.

- están con personas huecas, que solo desean tener un florero a su lado, como si para ellos fuera una señal de éxito ante los ojos propios y ajenos.

- están con individuos sumisos, débiles, dependientes, inmaduros y consentidores, al que pueden controlar.

Solo he mostrado unos pocos motivos, ya que la lista es casi infinita.

¿Cómo suelen ser estas relaciones? & ¿Dónde está el fallo?
Respondiendo directamente a la pregunta: insatisfactorias para una de las partes, y casi siempre para las dos, donde alguna desearía escapar. Muchas durarán el fragor del momento o hasta que aparezca otra persona que ofrezca una salida. Otras se mantendrán por monotonía, por miedo a la soledad, por los hijos que se tienen en común o por la incapacidad de sostenerse económicamente de forma individual. En otras ocasiones, serán vínculos pobres y triviales: aunque vivan juntos, la unión es un fracaso.
Los que no aguantan, saltan de una relación a otra, sin saber dónde estuvo el fallo, si lo cometieron los demás o ellos. No van a la raíz del problema, que parte de:

1) no ser selectivos. Se guían por uno o dos indicadores que les atraen (divertidos, guapos o con estatus), pasando por alto todos los demás (fiabilidad, valores, integridad, etc). Por eso, muchos y muchas treintañeras, al llegar a esa edad, se preguntan dónde están los hombres y las mujeres buenas. ¿Pues dónde van a estar? La mayoría, casados, porque ellos y ellas pasaron olímpicamente de los buenazos y no les hicieron ni caso cuando eran más jóvenes.

2) creer, desacertadamente, que podrán cambiar y moldear a la otra persona cuando logren conquistarla. Piensan que podrán hacer que un promiscuo, un narcisista, un manipulador, un histriónico, un deslenguado, un vago o un superficial deje de serlo y convierta su personalidad tóxica en una reluciente. Y estos suelen ser los que se mueven habitualmente en el mundo de la noche, en discotecas, pubs, salones de bailes de reggaeton, chats, aplicaciones de citas y en manifestaciones de pañuelos morados o verdes.
Luego sucede lo evidente: se llevan la gran desilusión. ¿Quién iba a querer cambiar, cuando ya te ha logrado siendo como es?

3) pedir lo que no tienen, ni lo que son. Es sumamente absurdo e infantil. Creen que “lo merecen todo”, “lo mejor de lo mejor”, mientras ellos ofrecen únicamente “su presencia”, como si eso los hiciera valioso per se. Luego dicen que “no existen hombres/mujeres buenos”. Pero, ¿ellos lo son? Se alejan como de la peste de los que no cumplen sus requisitos inalcanzables, en lugar de aprender a convertirse en los hombres y mujeres “buenos” que el otro sexo desea.

Continuará en ¿Qué deben hacer hombres y mujeres? & El propósito final

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